Fiesta clandestina: taparon la vidriera con sillones

En una mueblería, los invitados de una fiesta clandestina taparon las vidrieras con sillones para no ser detectados

Pocas horas habían pasado desde que el presidente Alberto Fernández anunciara el endurecimiento del aislamiento para el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA). Poco les importó a las cerca de 30 personas que organizaron una fiesta privada en una mueblería, ubicada sobre la avenida Belgrano al 2300, en la Ciudad de Buenos Aires. Para no ser detectados, cubrieron las vidrieras del local con muebles.

La Policía de la Ciudad descubrió la fiesta, secuestraron pastillas de éxtasis y detuvieron a dos personas que llevaban drogas sintéticas. Durante la madrugada efectivos llegaron al comercio ubicado en Balvanera y se encontraron con una fachada aparentemente normal: habían ubicado varios sillones de forma vertical contra las vidrieras para tapar lo que ocurría en el interior.

Al ingresar las autoridades, según confirmaron fuentes oficiales, se encontraron con 30 personas que participaban de la “Fiesta de los Muebles”, como la habían denominado, debido a que la calle es históricamente conocida en la ciudad por reunir a una gran cantidad de locales del rubro.

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Fiesta clandestina: taparon la vidriera con sillones

En la Ciudad de Buenos Aires, 30 personas organizaron una fiesta en una mueblería, y taparon la entrada con sillones

Solo dos personas terminaron detenidas: ambos hombres, de 32 y 35 años. “Tenían entre sus pertenencias siete bolsas con cristal MDMA, de 14,5 gramos, cuatro bolsas con 18 pastillas de éxtasis y $12.500 en efectivo”, indicaron desde la Policía.

La fiesta estaba bien equipada: había equipos de audio, luces y muchas bebidas alcohólicas. “Se identificó a todos los presentes, corroborando que algunos de ellos poseían incluso antecedentes de notificación por incumplimiento al aislamiento social, preventivo y obligatorio”, detallaron.

En la investigación interviene el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal N° 10. El local fue clausurado y las personas quedaron imputadas por haber violado el artículo 205 del Código Penal, que tiene prevista una pena de seis meses a dos años de cárcel para quien incumple las medidas adoptadas por las autoridades para impedir la introducción o propagación de una epidemia.