¿Otro paro de aeronáuticos? Quejas por aviones con matrícula chilena

Quieren parar contra los vuelos de dicha nacionalidad. Las operaciones se realizan con tripulación argentina y rigen leyes laborales locales.

La Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA) podría convocar este lunes a otro paro de actividades. Esta vez el reclamo hace hincapié en en el sistema “interchange”: permite a las compañías (o alianzas) intercambiar aviones entre los distintos países que operan. En Argentina, dicho sistema fue implementado recientemente, y la compañía LATAM planea aplicarla con un Boeing B767 con matrícula chilena que partirá este lunes desde Ezeiza hacia Miami.

Las compañías aéreas realizan este operativo por la simple razón de ahorrar en costos y garantizar rentabilidad. LATAM, por su parte, tendría planeado retirar de circulación dos aviones que por sus características ya no podrán ingresar a los EEUU en 2020 y reemplazarlos por máquinas más modernas que actualmente integran su flota.

Los aviones antiguos, por cuestiones de regulación, no pueden volar más de nueve horas por día. Es decir, llegan a Miami o a Ezeiza y pasan el resto del tiempo en tierra. En cambio, los aviones de matrícula chilena pueden volar 16 horas por día. Es aquí donde radica su reclamo APLA, que argumenta que esta operatoria pone en riesgo el cumplimiento del convenio colectivo del sector y por ese motivo realizarán una asamblea este mediodía para analizar la posibilidad de un paro.

Pero desde la otra vereda, en LATAM, dijeron que no es así. Voceros de la empresa explicaron que para esta tarde, por ejemplo, se realizará con tripulación local y bajo las leyes laborales de la Argentina. “Es una modalidad que el Grupo Latam utiliza en más de los 50 países en los que opera en el mundo y siempre respeta las normativas locales”, declararon.

LATAM podría levantar la ruta a Miami en caso de no poder instaurar el “interchange”. Por eso se cree que en la asamblea que realizarán los aeronáuticos podría haber un quiebre con los pilotos que no quieren perder su fuente de trabajo y podría forzar una división del sindicato.

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