Tenía 64 años, murió de coronavirus: lo obligaban a trabajar

Miguel Ángel Olmedo tenía 64 años. Padecía un problema coronario, y trabajaba en Murata S.A., una empresa de seguridad. Miguel trabajaba en el cementerio de Recoleta. Sin embargo, por todos los movimientos que obligó la cuarentena, terminó prestando servicio en la Villa 31. Allí, se contagió de coronavirus y murió por dicha enfermedad.

Miguel padecía de hipertensión y síndrome coronario. En diálogo con Crónica, Nidia dio más información acerca de lo que ocurrió con su padre. A Miguel lo hostigaban para volver a trabajar, a pesar de conocer sus condiciones preexistentes. Su licencia era sin goce de sueldo. Lo enviaron a la Villa 31, donde se detectó un peligroso pico de casos positivos de coronavirus.

“Nosotros nos enteramos recién al cuarto día de su internación que él tenía coronavirus”, comienza diciendo, al tiempo que agrega que, en esas primeras jornadas con su padre internado en la Clínica Boedo de Lomas de Zamora, nadie se comunicó con ellos.

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Un hombre con enfermedades preexistentes murió por coronavirus a los 64 años. Su familia denuncia que lo obligaron a trabajar

Allí es cuando Nidia comenzó a apuntarle a la empresa que lo empleaba. “La empresa no se comunicó, yo tuve que enviarles un email. Se comportaban con mucha dureza, no respetaban que mi papá era mayor de 60 años, tenía 64, y tenía enfermedades preexistentes”, lanzó la hija de Miguel.

Después, la mujer se refirió a un video que se viralizó. En el mismo, se ve a uno de los empleadores de Miguel, que insta a seguir trabajando a sus empleados. “Si vieron el video, verán cómo el encargado general de la empresa hostiga a sus empleados, hablando con guantes y con barbijo, cosa que los empleados nunca tuvieron. Mi papá nunca tuvo nada de eso”.

“Nosotros tenemos un compromiso como agentes esenciales”, comienza diciendo el hombre. Acto seguido, consideró de factor de riesgo a todos los que se encontraban allí. “No sé si tendrán 50, 60 años, factor de riesgo somos todos”, dijo.