Pidió ayuda, la policía fue pero no entró a la casa y apareció muerta

El crimen de la maestra salteña Rosa Sulca conmociona a toda la provincia. Los dos policías que fueron a su casa fueron imputados por abandono de persona.

“Me están Matando” alcanzó a decir Rosa Sulca, una maestra salteña de 48 años, cuando llamó al 911 desde su casa en Villa Mitre.

Los agentes de policía, Antonio Exequiel Sanhueso y Juan Carlos Vizgarra, fueron quienes se acercaron a la casa tras el llamado desesperante de una mujer. Golpearon pero nadie atendió.

Ante la falta de respuesta, los efectivos abandonaron el lugar sin entrar a la casa. Horas después, el cuerpo de la docente era encontrado sin vida y con 17 puñaladas.

Los detenidos dos adolescentes: Pablo Ezequiel Verón, de 18 años, y la adolescente de 17 años, la asesinaron a sangre fría en situación de robo.

Sin embargo, los dos policías también fueron acusados en la causa por los delitos de incumplimiento de los deberes de funcionario público y abandono de persona seguido de muerte.

Desde el Ministerio Público destacaron que uno de los elementos analizados fue “el informe consolidado del Servicio de Emergencia 911”. Más allá de la inacción de los efectivos, otras fuentes consultadas por este medio plantearon dudas sobre el tratamiento que podría haber tenido la llamada al ingresar al 911.

La mujer recibió 17 puñaladas en la zona alta del tórax. Se presupone que el crimen se produjo en ocasión de robo. El informe sobre las heridas y la distinta gravedad de las mismas podrían dilucidar si cuando llegó la patrulla policial, la mujer aún se encontraba con vida.

El lugar del crimen de la docente salteña.jpg
Pidió ayuda, la policía fue pero no entró a la casa y apareció muerta

Le soltó la mano

Se supo que la adolescente acusada en el grado de coautoría del crimen de la docente sí declaró. La joven deslindó la responsabilidad en él o los acompañantes de esa noche.

Sin embargo, ambos jovenes permanecen detenidos y se investiga un tercer implicado en el brutal crimen.

El viernes a la madrugada vecinos indignados intentaron prender fuego la causa de la adolescente acusada. Debió actuar la policía y la familia de la chica decidió mudarse.