Fue campeón mundial de los pesados a finales del año 2015. El 28 de noviembre, hace ya cinco años, derrotó por puntos al ucraniano Wladimir Klitschko, y se adueñó de los cinturones AMB, CMB, FIB y OIB. Pero duró muy, muy poco su felicidad. Cuando se encontraba ya ultimando detalles para la revancha, un doping delató su uso de cocaína. Perdió de forma automática todos los títulos.
Tyson Fury cayó en la depresión tras ser despojado de sus cinturones y su licencia de boxeo: Bebí, me drogué y estuve afuera toda la noche con distintas mujeres (…) pero cuando la bebida desaparece, te deja con una mala resaca y una depresión aún peor.
Incluso llegó a pensar en el suicidio hasta que una voz le dijo: No hagas esto, Tyson; piensa en tus hijos, tu familia, tus hijos y tu hija creciendo sin papá.
Tras perder los títulos IBF, IBO,WBO y WBA el boxeador aseguró que su peso se incrementó por el consumo excesivo de cerveza. Hay 500 calorías en una pinta y yo tomaba 18 de ellas seguidas, whisky y vodka.
Hoy, a casi cuatro años de aquellos episodios, y tras volver al cuadrilátero, el púgil de 31 años le mandó un mensaje a sus fanáticos a través de las redes sociales junto a una impactante foto.
Cuando alguien dice que no puedes hacer algo, mira esto y recuerda que todo es posible. Este soy yo con más de 400 lb (180 kilos), escribió el británico en su cuenta de Instagram, mostrando una imagen suya un tanto borrosa.