Córdoba

Aralí: el nuevo caso "Lució" que conmociona al país

La autopsia reveló que la niña presentaba lesiones compatibles con abuso sexual y murió a causa de un golpe en la cabeza.

Joaquin Saldaña

A pesar de que existían denuncias previas y de que los niños habían sido retirados del hogar en tres ocasiones, la falta de respuestas efectivas culminó en la tragedia: Aralí Vivas, una niña de 8 años de la ciudad de Brinkmann, fue encontrada sin vida en su casa, envuelta en un incendio que habría sido provocado para ocultar el crimen. 

Las imágenes de cámaras de seguridad resultaron claves para reconstruir los momentos previos al crimen. Según el fiscal Oscar Gieco, el padrastro de Aralí, Ezequiel Simeone, y su amigo Cristian Varela estuvieron en la vivienda en las horas cercanas al asesinato. 

La secuencia captada por las cámaras muestra cómo ambos se desplazaban en la zona, volviendo y saliendo de la casa. El informe forense detalló que Aralí sufrió un traumatismo de cráneo y que no había rastros de monóxido de carbono en sus pulmones, indicando que ya había fallecido cuando el fuego comenzó.

Además, dos hermanitos de Aralí estaban en la casa durante el crimen y quedaron solos con el cuerpo de su hermana entre las 00:24 y las 03:27 de la madrugada del sábado. Aunque no se confirma que hayan presenciado el asesinato, uno de los niños intentó despertar a Aralí, pensando que dormía.

Hoy, Simeone y Varela están detenidos como los principales sospechosos del crimen, mientras que la madre de Aralí, Rocío Rauch, enfrenta cargos de omisión de cuidado y abandono.

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