Femicidio en Santa Fe: asesinó a su esposa, la enterró y denunció su desaparición

El aberrante femicidio tuvo lugar en el Barrio Virgen niña y tras asesinar a su esposa, el femicida reportó su desaparición.

Un nuevo femicidio conmociona a la Argentina y al norte de Santa Fe. Una mujer de 35 años fue reportada como desaparecida por su esposo y tras una intensa búsqueda, finalmente encontraron su cuerpo enterrado en una habitación de la casa que ambos compartían en el Barrio Virgen Niña.

Stella Maris Gómez, de 35 años, madre de un bebé de 9 meses y un niño de 11 años, fue reportada como desaparecida por su marido, Juan Luis Chará, de la misma edad. Luego de buscarla intensamente, los investigadores encontraron tierra removida en su domicilio, por lo que comenzaron a cavar en una de las habitaciones y allí se encontraron con el peor desenlace: su cuerpo enterrado en posición fetal.

Según pudo saber el diario La Nación, la pareja de la víctima la ató, asesinó y enterró. Noberto Ríos, fiscal de la causa, dio a conocer en horas de la tarde que las declaraciones del presunto femicida confirmarían su autoría.

El aberrante homicidio tuvo lugar el martes pasado. Un día después, luego de enterrar el cadaver en el domicilio que ambos compartían, Chará se acercó a una dependencia para denunciar su desaparición. El hombre fue más lejos e incluso aseguró que “Lita”, el apodo con el que la mujer era conocida en el vecindario, había manifestado querer abandonar el hogar familiar. Para dar credibilidad a su mentira, el asesino mostró a los efectivos una falsa publicación en las redes sociales donde se observaba una foto con la leyenda “A vivir la vida”. También aseguró que en la casa faltaban un bolso de viaje y varias prendas de vestir de la mujer.

No obstante, estos dichos no fueron creídos por la familia y allegados de la víctima, por lo que desconfiaron del marido y sostuvieron que la pareja tenía una mala relación. Debido a estos testimonios los investigadores se inclinaron por buscar en el domicilio donde finalmente la hallaron. El asesino había realizado un contrapiso de cemento en la habitación para intentar cubrir sus huellas. Según trascendió, el cuerpo se encontraba atado de pies y manos con una soga en el cuello y que a simple vista se podía ver un golpe en la cabeza.