Córdoba

Brutal "bautismo" militar: investigan a paracaidistas por arrojar cal viva a jóvenes soldados

Las consecuencias fueron terribles: varios de los soldados sufrieron quemaduras en la piel, ojos, boca, vías respiratorias e incluso en el estómago y los pulmones

La Justicia Federal se encuentra investigando un grave hecho de abuso en el Tercer Cuerpo de Ejército de Córdoba. Unos 35 paracaidistas que completaban su formación fueron sometidos a un violento "bautismo" que incluyó el arrojo de cal viva en sus rostros.

El hecho se produjo en mayo del año pasado en el Regimiento 14 del Ejército, ubicado en camino a La Calera. Un video se viralizó exhibiendo los hechos: un superior gritando "¡Paracaidista!" a los jóvenes que estaban arrodillados en tierra. A la respuesta "¡Siempre!", les arrojaba puñados de cal viva en la cara, dejándoles el rostro completamente blanco.

Las consecuencias fueron terribles: varios de los soldados sufrieron quemaduras en la piel, ojos, boca, vías respiratorias e incluso en el estómago y los pulmones. 

Brutal "bautismo" militar: investigan a paracaidistas por arrojar cal viva a jóvenes soldados

Según la denuncia presentada por el abogado Jerónimo Algañaraz, algunos de ellos aún presentan lesiones y debieron ser atendidos en un hospital y en el mismo Regimiento 14.

Algañaraz asegura que este tipo de "bautismos brutales" ya habían sido prohibidos en 2022 por el Ministerio de Defensa, tras la muerte del subteniente Matías Chirino en un regimiento de Corrientes.

El Ejército Argentino emitió un comunicado, al que tuvo acceso y difundió El Doce, en el que aseguraron que se trató de una confusión. 

El texto indica que, como parte de la celebración por la finalización del curso, se les arrojó harina y sidra sobre los 221 paracaidistas recientemente egresados. Sin embargo, por un error de quienes debían llevar el material, a un grupo de 35 efectivos se les arrojó cal en lugar de harina.

El personal afectado fue evacuado de inmediato al Hospital Militar Córdoba, donde recibieron atención médica y se les realizaron estudios. Un grupo reducido quedó en observación y posteriormente fue dado de alta.

El Ejército informó que se ordenaron actuaciones disciplinarias internas, en las que se determinó la existencia de una falta disciplinaria por falta de control. A todos los responsables se les impusieron las correspondientes sanciones disciplinarias.

Por su parte, el abogado de uno de los denunciantes, Jerónimo Argañaraz, descartó que se haya tratado de un "error" y destacó que "no hubo consentimiento de los soldados". Según el letrado, "están aterrados, tienen miedo" y "acá no hubo un error, les fueron tirando cal uno por uno; cómo no se van a dar cuenta que no era harina".

La investigación judicial busca determinar las responsabilidades de los superiores que organizaron y participaron de este ritual abusivo, que no solo provocó graves lesiones físicas a los jóvenes soldados, sino que también constituye una clara violación de la normativa militar y de los derechos humanos.

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