La iglesia volvió a mostrar su rechazo al proyecto de legalización del aborto

Los representantes de la Iglesia católica reiteraron su rechazo al proyecto y enviaron un mensaje a los senadores.

El debate por la legalización del aborto en el Senado se encuentra a tan sólo tres días, por lo que el presidente de la Confederación Episcopal Argentina (CEA) y representante de la Iglesia catoólica, Oscar Ojea, resaltó que “no se puede ocultar el dolor ante el proyecto de ley” y solicitó a los legisladores que “no renieguen de sus convicciones más profundas”.

El obispo de San isidro llevó a cabo una misa en la Basílica de Luján, desde donde analizó lo que ocurre en nuestro país, tanto por la pandemia, como por el proyecto de Ley de la Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE). En cuanto a la primera, indicó que demostró “gravísimas inequidades, deficiencias estructurales e intereses mezquinos en algunos, así como la negación de la realidad en otros”.

Y con respecto a la legalización del aborto, indicó: “En medio de este contexto excepcional, no podemos ocultar nuestro dolor ante el proyecto de ley del aborto. Públicamente hemos expresado la inoportunidad de dicho proyecto, no porque pensemos que hay un tiempo propio para presentarlo, sino que cuando hablamos de tiempo oportuno nos referimos a la sabiduría de leer en profundidad lo que se está viviendo, la magnitud y complejidad de la crisis que atravesamos, para poner nuestras mejores energías en resolver los problemas que nos urgen hoy”.

También expresó que Argentina precisa “una ardua reconstrucción de las fuentes de trabajo, de la educación, de las instituciones y de los lazos fraternos”, y remarcó que “muchas cosas se han roto y necesitan ser sanadas”.

“No podemos construir si se le suelta la mano al indefenso, si se desconocen los derechos al más débil y al más pobre. Este es un principio de ética humana, prerreligiosa, sostenido por la ciencia médica y el derecho”, subyaró el arzobispo Ojea.

Además, envió un mensaje directo para los senadores a través de un rezo: “Te pedimos, Señor, que detengas tu mirada sobre nuestros legisladores que tendrán que decidir sobre un tema de delicadeza tan extrema, que puedas provocar en ellos una serena reflexión tanto en sus mentes como en sus corazones, que no renieguen de sus convicciones más profundas, para que todos los invitados al banquete de la vida puedan ser recibidos por un pueblo que sabe crear las condiciones de justicia necesarias para que cada uno tenga su lugar en esta mesa de la vida sin excluir a nadie, ni privilegiando a algunos”.