Erico Torales llegó en marzo a Argentina tras haber estado de vacaciones en Estados Unidos. A días de llegar, fue a la fiesta de 15 años de su pima, en la localidad bonaerense de Moreno, y contagió a varios invitados, entre ellos, su abuelo quien falleció producto de haber contraído coronavirus.
A un paso de ser enviado a juicio oral acusado de propagar una enfermedad “peligrosa y contagiosa de modo culposo, agravado por el resultado de enfermedad y muerte”.
Los jueces Juan Pablo Salas, Marcelo Fernández y Marcos Morán confirmaron el procesamiento y el embargo de 50 millones, fijado para cumplir con eventuales demandas civiles que puedan presentar asistentes al evento. La defensa del acusado sostuvo que su defendido desconocía por completo ser portador del virus, que no tenía síntomas y aludió a la “posibilidad de que hubiera otros focos de contagio en el mismo evento”, algo que la Cámara descartó.
El acusado violó la disposición que regía en ese momento de aislamiento obligatorio, que imponía 15 días de aislamiento para quienes llegaran desde el exterior, con el fin de evitar la propagación del virus que recién se comenzaba a propagar en el país.
Por lo que los jueces entienden que hubo un conocimiento del riesgo que “era conocido por el imputado”, ya que era una noticia visiblemente conocida y ya que firmó una declaración en su arribó al país, y que finalmente no cumplió.