La semana que viene se trataría el proyecto de la reforma judicial en el Senado pero en esta madrugada detalles del documento causaron controversia. Una de las cláusulas permite que los jueces denuncien las supuestas presiones “de los poderes mediáticos” en el ejercicio de sus funciones.
La iniciativa fue impulsada por Oscar Parrilli, senador por Neuquén, y consta como uno de los cambios introducidos en el texto original enviado por el presidente Alberto Fernández.
En el apartado indica que es necesario por parte de los jueces “comunicar en forma inmediata al Consejo de la Magistratura de la Nación cualquier intento de influencia en sus decisiones por parte de poderes políticos, económicos o mediáticos, miembros del Poder Judicial, Ejecutivo o Legislativo, amistades o grupos de presión de cualquier índole, y solicitar las medidas necesarias para su resguardo”.
Mientras que en el documento original solo se nombraba a “poderes políticos o económicos, miembros del Poder Judicial, Ejecutivo o Legislativo, amistades o grupos de presión de cualquier índole”.
A principio de semana salió el dictamen por la reforma judicial en el Senado, sin el apoyo de la oposición, y la semana que viene se trataría en el recinto de la Cámara Alta. Tras el dictamen en el plenario de comisiones de Asuntos Constitucionales y Justicia y Asuntos Penales, el oficialismo había asegurado que el proyecto se enviará con “cambios y modificaciones”.