El docente evangélico A.C. fue detenido esta semana por tenencia y divulgación de pornografía infantil. Ahora se abrió una nueva investigación, dado que no solo tendría material pornográfico infantil, sino que también es el perpetrador de numerosos abusos sexuales a menores de edad y a un adulto.
El profesor de informática cayó detenido porque se comunicaba con otras personas creyendo que tienen su misma mentalidad. Él mismo admitió los presuntos ataques en una serie de mensajes de WhatsApp: su teléfono, en una conversación con una trabajadora sexual de la ciudad, fue su ruina.
Según los audios a los que accedió Infobae, el hombre le dice a una trabajadora sexual, que le siguió el juego para después entregar toda la información a la justicia: “Quiero que veas esto. Me interesa porque sabemos que los dos somos lo mismo”.
Pero el diálogo no terminó allí. Andrés C. alardea de los abusos que supuestamente cometió, ya que aún no fueron constatados ni imputados, una investigación que recién comienza con víctimas todavía desconocidas.
La perversión del hombre no pareciera tener fin. Porque también envía fotos de una niña y un niño de no más de seis años abusados por dos adultos, todo por WhatsApp, al tiempo que le decía: “A mí me excitan desde bebés de un año hasta la edad más chica posible”.
Pidiendo que su identidad permanezca reservada, la trabajadora sexual le contó a Infobae que se encontró dos veces con el degenerado. “La segunda vez que lo vi me dijo que lo abusaron cuando tenía ocho años y que él abuso de un familiar. Después abrió su notebook y me mostró a una criatura siendo penetrada. Quedé impactada. Lo único que sabía era lo que me había contado y mostrado. No tenía una prueba para denunciarlo”, relató.
Andrés le enviaba de todo. Videos, fotos de menores abusados y mensajes indicando sus fantasías sexuales con menores que tienen entre 1 y 3 años. Y luego algo más terrorífico aun, si cabe: relatos de cómo abusó de menores y cómo lo continúa haciendo gracias a que padres de otros chicos y chicas confían en él.
No para allí. Andrés intentó que la mujer acceda a que él tenga un encuentro con su hijo, un niño de 8 años. “¿Che, hiciste algo con el nene? ¿O no te animás? Decime la posta, no hay drama, de verdad. ¿Te da cosa, no? Te entiendo. La primera vez a mí también, pero después te relajás y disfrutás él y vos”.
“Necesito que esto se difunda. Es grave. Si sale en cuatro años porque no se pueden comprobar sus abusos que al menos se sepa quién es y cómo piensa, así no los llega a cometer”, dijo la trabajadora, intentando advertir sobre este perpetrador de múltiples abusos sexuales a menores.