Sacerdote a juicio oral, acusado de abuso y lavado de dinero

Un sacerdote de Salta irá a juicio oral, acusado de abuso sexual contra dos seminaristas y una monja, además de lavado de dinero de narcotráfico

En la provincia de Salta, el padre Agustín Rosa Torino irá a juicio oral por los supuestos delitos de abuso sexual gravemente ultrajante en perjuicio de dos víctimas y de abuso sexual simple contra una tercera víctima. La elevación a juicio quedó radicada en la Sala IV del Tribunal de Juicio salteño. Ahora el juez Maximiliano Troyano definirá la fecha de inicio del juicio oral y público.

Fue muy lento y engorroso el camino del expediente. En el marco de otro de los tantos casos judiciales por abusos perpetrados en la Iglesia Católica argentina que agrega un nuevo capítulo a esta triste historia, las querellas y la fiscalía se encontraron con obstáculos como abuso de poder, solicitudes de nulidades, pedidos de sobreseimiento, y hasta una contradenuncia contra una de las monjas que denuncio al cura y que ya fue sobreseída.

Esta contradenuncia surgió a raíz de que una prima de otro cura, amigo del cuestionado religioso, denunció como abusadora a la monja -ahora ex religiosa- Valeria Zarza, la mujer ultrajada por Agustín Rosa Torino. Sin embargo, esta idea de desacreditar el testimonio de una de las tres víctimas -las otras dos son hombres- no llegó a buen puerto. Así de enrarecido fue el trámite judicial hasta llegar al juicio oral.

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Sacerdote a juicio oral, acusado de abuso y lavado de dinero

Agustín Rosa Torino irá a juicio oral por abuso sexual contra tres personas y por lavado de dinero

Dado su pasado de grandes influencias entre los políticos, el obispado local, e incluso en el Vaticano, Agustín Rosa Torino logró abrir el instituto religioso de derecho diocesano Hermanos Discípulos de Jesús de San Juan Bautista. Lo hizo en 1986, con la venia del por entonces papa, Juan Pablo II.

Además, esta institución no está circunscripta a nuestro país: tiene sedes también en México, España y Chile. Todas las sedes están compuestas por sacerdotes, diáconos permanentes y consagrados no clérigos que emiten votos públicos perpetuos y practican con exclusividad la vida contemplativa, monástica o eremítica.

Finalmente, el escándalo fue demasiado grande. El pasado 18 de junio de 2019, y por disposición de otro papa, en este caso de Francisco, la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica decretó la supresión del Instituto liderado por el presunto cura abusador. Según la Agencia Informativa Católica Argentina (AICA), el cierre del instituto religioso tuvo razones de peso incuestionables.

Pero además, trascendió que el cura salteño mantenía una supuesta conexión con el capo narco Chapo Guzmán, quien a través del cartel de Sinaloa le pedía al religioso, y a otros miembros de la congregación, que bendijera los operativos importantes de contrabando de cocaína. La denuncia de un supuesto ex narco también aseveraba que parte del dinero que se lavaría a través de refacciones realizadas en conventos “era escondido adentro de una imagen de la Virgen de Guadalupe”.