Ataque aéreo

Ataques aéreos de Estados Unidos y Reino unido contra Yemen

Estados Unidos y el Reino Unido llevaron a cabo ataques aéreos en Yemen este jueves.

Joaquin Saldaña

En un dramático cambio de eventos, Estados Unidos y el Reino Unido llevaron a cabo ataques aéreos en Yemen este jueves, marcando un punto de inflexión significativo en el conflicto en Oriente Próximo. 

La acción conjunta tiene como objetivo responder a los continuos hostigamientos de las milicias hutíes respaldadas por Irán, específicamente sus ataques a buques mercantes en el mar Rojo.

El presidente Joe Biden, en un comunicado oficial, señaló que los ataques responden a los "ataques sin precedentes de los hutíes contra buques mercantes internacionales", que han amenazado tanto al personal militar estadounidense como a marinos civiles, así como al comercio y la libertad de navegación en la región. Este acto de represalia marca un intento de disuadir futuras acciones hostiles por parte de los rebeldes yemeníes.

Los objetivos de los ataques incluyeron la capital yemení, Saná, y Hodeida en la costa oeste, entre otros lugares estratégicos. La operación se centró en degradar la capacidad de los hutíes para amenazar buques mercantes, apuntando a radares, sistemas de protección antiaérea, drones y misiles balísticos y de crucero.

Lloyd Austin, El secretario de Defensa de EE. UU. indicó que la acción busca prevenir futuros ataques y enviar un mensaje claro a los hutíes sobre las consecuencias de sus acciones ilegales. Biden advirtió que este tipo de medidas podrían repetirse si persisten las acciones hostiles. Además, la coalición militar involucró a Australia, Bahrein, Canadá y Holanda.

Hasta el momento, no se han reportado movimientos de represalia por parte de los hutíes, aunque la expectativa de posibles respuestas permanece. La operación, respaldada por una decena de países en una declaración conjunta, representa un cambio crítico en el conflicto, desafiando los esfuerzos diplomáticos anteriores para contener la crisis.

Este desarrollo no solo impacta directamente en Yemen sino que también señala una nueva fase en la evolución del conflicto en Oriente Próximo, llevando la tensión a un nivel más alto. 

La comunidad internacional observa con cautela mientras la región se enfrenta a un periodo de incertidumbre y desafíos. La acción conjunta de EE. UU. y el Reino Unido se presenta como un episodio determinante en un escenario geopolítico cada vez más complejo.

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