Los tests en Estados Unidos tardan y hubo críticas de la Casa Blanca

Este domingo, un alto funcionario de Estados Unidos disparó munición pesada y acusó a los centros de enfermedades por los retrasos en la detección del virus.

El asesor económico de la Casa Blanca Peter Navarro disparó duras críticas contra el trabajo realizado por el Centro de Prevención y control de Enfermedades (CDC) en cuanto al manejo del coronavirus en Estados Unidos.

Este domingo, el colaborador de la Casa Blanca dijo: “Al comienzo de la crisis, los CDC, que gozaban de la reputación más respetada en este dominio a nivel mundial, permitieron que el país cayera en lo más bajo en materia de testeo”.

Además, responsabilizó al Centro de Prevención y Control de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés) de los retrasos iniciales en Estados Unidos en cuanto a la detección del nuevo coronavirus, que tiene en vilo a todo el mundo. “Además, concibieron un test malo. Y eso nos hizo quedar atrás”, sentenció.

En los inicios de la pandemia en el gigante norteamericano, el único test que se utilizó fue desarrollado por el CDC, siguiendo un lineamiento tecnológico validado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y que además se utiliza en todo el planeta.

Sin embargo, los reactivos utilizados sufrieron algunos problemas. Por lo tanto, los primeros kits de testeos para coronavirus que se distribuyeron en Estados Unidos no arrojaron resultados concluyentes: ni positivo, ni negativo. Simplemente no funcionaron.

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Los tests en Estados Unidos tardan y hubo críticas de la Casa Blanca

Crecen las críticas al CDC por su manejo del coronavirus en Estados Unidos

En respuesta a las palabras de Navarro, habló en defensa del CDC el secretario de Salud y Servicios Humanos, Alex Azar. El funcionario señaló que el CDC jamás estuvo señalado como el miembro más importante, “la columna vertebral de los tests masivos en Estados Unidos”.

En diálogo con el canal CBS, Azar concedió: “No creo que los CDC hayan defraudado a este país. Creo que los CDC tienen un importante rol en la salud pública. Y lo que siempre fue crítico fue incorporar al sector privado”.

Hay contradicciones que ahora saltan a la vista. En un primer momento, los agentes privados y los laboratorios públicos de cada estado tenían autorización para desarrollar y distribuir sus propias pruebas… pero no pudieron hacerlo hasta el 29 de febrero, cuando Estados Unidos anunció su primera muerte por coronavirus.

Por otro lado, el presidente Donald Trump, frecuentemente en conferencia desde la Casa Blanca, no deja de hacerse eco del progreso que ha tenido Estados Unidos en cuanto a testeos. Sin embargo, la cifra actual representa tan solo el 4% de la población nacional. Quienes critican al presidente argumentan, por otro lado, que la capacidad de detección podría no ser suficiente, en el caso de llegar una segunda ola de contagios.