¿Sabías que ducharse activa las conexiones cerebrales?

Así se desprende de una investigación sobre los beneficios de las duchas.

Una investigación realizada por el neurólogo Marcus E. Raichle, publicada en la revista Investigación y Ciencia, destacó que la red neuronal es una parte del cerebro que se activa cuando una persona se “desconecta” de su rutina y logra unir la información recibida del exterior con los datos almacenados en la mente. Se llega así a un estado de “atención descentralizada” que favorece la aparición de buenas ideas.

Pero, ¿en qué momento del día se alcanza este estado? “Al escuchar nuestra música preferida, realizar ejercicio físico moderado o darse una ducha. Siempre y cuando estas actividades encuentren su disfrute en forma relajada”, explicó el informe de Raichle.

Por otro lado, el estudio aseguró que centrarse en sí mismo es uno de los grandes beneficios. En la ducha, el acto en sí mismo permite enfocarse en el cuidado personal. El efecto del agua sobre la piel es una caricia que centra las atenciones únicamente en el cuerpo. Olvidarse por un rato de los problemas y de las preocupaciones del día, desbloquear la mente y lograr que la memoria y la capacidad de razonamiento fluyan mejor son parte de lo que ocasiona esta actividad.

A pesar de que ambos horarios tienen sus pros y contras, lo importante es no superar la cantidad recomendada de duchas en un día. Y es que según un estudio de la Universidad de San Diego en Estados Unidos reveló que el exceso de agua y jabón puede debilitar la piel y aumentar la posibilidad de infecciones, ya que destruye las barreras protectoras como son el manto ácido, hidro-lipídico y córneo.

¿Cómo relajarse correctamente? Evitar pensar en las tareas, trabajos y deberes pendientes puede ayudar a lograr que el baño sea un momento de total relax. ¿Qué puede ayudar? Concentrarse en la sensación del agua recorriendo la piel y desconectarse, mentalizarse que es el tiempo para dejar que la mente y el cuerpo se relajen y descansen. Masajes en forma circular, de derecha a izquierda y luego al revés, sumado a ejercicios de respiración pueden ser buenos aliados y excelentes recursos para aprovechar en esos cinco minutos bajo el agua.

Fuente: Infobae