La población de la isla de Hong Kong sigue exigiendo más desregulaciones al gobierno central de China, más allá de que éste no dé el brazo a torcer y despliegue a sus fuerzas policiales para tratar de contener los desórdenes.
Pero, en un conflicto social que lleva meses, la cantidad de manifestantes no se reduce ni siquiera por temor a represalias. Son principalmente los jóvenes los que han llevado esta lucha hasta el extremo.
Hay que resaltar que el gobierno central respondió con violencia a las protestas, lo que generó un recrudecimiento de la virulencia utilizada por los disconformes ciudadanos que inundan plazas y calles sin dar el brazo a torcer.
Después de cientos de postales llamativas que nos llegan desde la isla, en este caso podemos observar cómo un par de manifestantes rompen un taxi a barrotazos, mientras una muchedumbre rodea la escena y permanecen expectantes.