Coronel Rosales: un ambulanciero va a juicio oral acusado de drogar, abusar y robar a tres mujeres

El Palacio de los Tribunales de Bahía Blanca se prepara para un juicio oral de alta complejidad que pondrá bajo la lupa la conducta de un empleado de la Armada Argentina. Ángel Javier Panelo, de 48 años, quien se desempeñaba como chofer de ambulancias en el Hospital Naval de Puerto Belgrano, en Coronel Rosales, está acusado de haber drogado y abusado de tres mujeres en un patrón criminal que se extendió por cuatro años.

El juicio contra Panelo comenzará mañana y se extenderá hasta el viernes 24 de octubre en la ciudad cabecera del distrito judicial del sur bonaerense.

La investigación, llevada a cabo por el fiscal Diego Torres, determinó que Panelo utilizó el mismo modus operandi en al menos tres ocasiones documentadas: el 13 de junio de 2019, entre el 25 y 26 de septiembre de 2020, y el 23 de septiembre de 2023.

Modus operandi: Droga en las bebidas

Según la causa, el acusado contactaba o se encontraba con las mujeres y, durante el encuentro, les suministraba drogas de sumisión disueltas en las bebidas.

Las tres víctimas coincidieron en el mismo relato aterrador: refirieron sentirse inmediatamente descompuestas luego de tomar la bebida ofrecida, perder el conocimiento y, posteriormente, despertarse con claros signos de haber sido abusadas.

Un caso particular detalla cómo una de las víctimas, en la casa del imputado y mientras se disponían a cenar, rechazó un aperitivo y prefirió tomar simplemente agua con limón. Tras recibir el vaso con agua de manos de Panelo, la mujer se sintió débil y mareada hasta el punto de no poder moverse. Su último recuerdo antes de la amnesia fue recostarse en un sillón, y el siguiente, despertarse desnuda en una cama mientras era abusada por el hombre. Pese a su estado, logró vestirse, escapar y pedir ayuda al 911.

Cargos por Abuso y Hurto

Las tareas investigativas y la recolección de pruebas permitieron al fiscal Torres imputar a Panelo por tres hechos de suministro de estupefacientes a título gratuito, abuso sexual con acceso carnal y, además, el delito de hurto. En todos los casos, el acusado aprovechaba el estado de inconsciencia de las víctimas para sustraerles dinero de sus billeteras y otras pertenencias.