Vélez es el primer finalista de la Copa de la Liga

El fortín venció por penales a Argentinos Juniors, jugando casi todo el partido con un hombre menos. Perdió solo un partido de los últimos 14 y con innumerables dificultades logró ponerse de pie y realizar una campaña épica que lo lleva a pelear por un título nuevamente. Espera por Boca o Estudiantes que se miden el martes.

La campaña de Vélez no fue de menos a más, podría decirse que empezó en -10. El campeonato pasado zafó del descenso en la última fecha y cuando comenzó este torneo, una goleada inapelable contra River, en donde se vio un equipo sin espíritu parecía repetir la historia.

Para colmo, una noticia inesperada fuera de la cancha conmovió al plantel, con cuatro de sus jugadores acusados de abuso sexual y separados del plantel.

Sin embargo, con una gran cantidad de jóvenes de la cantera que tuvieron que ponerse al frente del equipo, sumado a algunos refuerzos que se amoldaron de gran manera, como Braian Romero -que hoy se fue expulsado apenas comenzado el encuentro y venía siendo determinante-, de repente comenzó a ganar y a convertirse en un proyecto serio.

Como con Godoy Cruz, tuvo que pelear con viento en contra con una expulsión tempranera y no solo lo pudo sostener sino que tuvo varias chances para abrir el marcador. Sin embargo, esta vez la pelota no entró y el futuro podía complicarse.

De hecho, cuando el cotejo culminó 0-0 y se definiría la suerte en los penales, la gran mayoría pensó que las virtudes del ruso Rodríguez, arquero de Argentinos, le daban una ventaja al "bicho". Sin embargo, el héroe fue Marchiori, el gran arquero de Vélez.

Lobato fue el encargado de sellar el boleto a la final de este equipo dirigido por Gustavo Quinteros, quien tras ser campeón con sus equipos en Bolivia, Ecuador y Chile, quiere escribir su propia historia en Argentina.

No la tendrá fácil: enfrente tendrá -sea Boca o Estudiantes- a un equipo con jerarquía y jugadores acostumbrados a jugar partidos definitorios. Sin embargo, los pibes de Vélez demostraron que van para adelante sin importar quién esté en frente y con el envión necesario para sentir que lo que sueñen es posible.