Un día como hoy nacía Muhammad Ali

Es considerado por muchos como el mejor boxeador de todos los tiempos. Falleció en 2016 después de luchar con el Parkinson.

Un día como hoy, pero en 1942, nacía en Louisville, estado de Kentucky, Estados Unidos, Cassius Marcellus Clay, hoy conocido por su “segundo” nombre, Muhammad Ali.

En la pobreza de los estados sureños, sumido en la eterna crisis de las barriadas afroamericanas, la vida de Cassius Clay cambió cuando tenía 12 años. Una tarde, cuando se aprestaba para volver a su casa después de jugar con amigos, se dio cuenta de que le habían robado la bicicleta. Cuando fue con el oficial de policía para denunciar el robo y comentar que le encantaría “darle una paliza” a los que le robaron, el oficial le recomendó aprender a pelear primero. A las dos semanas, Clay ya entrenaba boxeo.

Amateur entre los años 1958 y 1960, acumuló un récord de 14 peleas, con 13 victorias (6 knock outs) y una derrota. Acto seguido, saltó por primera vez a la fama. Representó a los Estados Unidos en los Juegos Olímpicos de Roma 1960, en la categoría 57-81 kilogramos. En la final, venció al polaco Zbigniew Pietrzykowski, adjudicándose la medalla dorada.

El siguiente paso en su carrera fue el lógico: pasarse al profesionalismo. Debutó el 29 de agosto de 1960, cuando venció por puntos de manera unánime a Tunney Hunsaker. Cuando llegó a los 8 combates profesionales en igual número de victorias, le tocó el primer argentino en su historial: el santafesino Pablo Alexis Miteff. Actuando de local en el Freedom Hall, Clay le ganó por knock out técnico en la sexta vuelta de la pelea. Otro fue el mendocino Alejandro Lavorante, con igual resultado: victoria del norteamericano por knock out técnico en el quinto asalto.

19 peleas tenía, todas victorias, cuando llegó la chance mundialista. Enfrente estaba uno de los nombres más recordados de la esgrima de los puños. En 1964, chocó contra el gran Sonny Liston en Miami. El resultado ya no sorprendió tanto; todos eran conocedores de la velocidad y precisión del oriundo de Kentucky: otra vez, knock out técnico, y ganó los títulos mundiales pesados de la Asociación y el Consejo. La revancha no se hizo esperar, pelearon nuevamente poco más de un año después. Esta vez fue contundente: Clay noqueó en la primera vuelta.

El estrellato inundó la vida de Clay. Realizó 9 defensas exitosas hasta 1967. Ese año, todo cambió, su mundo se dio vuelta. Cassius se negó a incorporarse al ejército norteamericano para participar de la guerra que tenía lugar en Vietnam, por lo que le fueron despojadas todas sus coronas. No volvería a pelear en tres años y medio.

La segunda parte de su carrera, con el reestreno en 1970, fue la de mayor estrellato. Desfilaron los mejores pesos pesados de la época, más de una vez con algunos de ellos. Victoria ante Oscar “Ringo” Bonavena, su primera derrota profesional ante Joe Frazier (mítico choque que tendría dos episodios más, cada uno más emocionante que el otro), Floyd Patterson, Ken Norton…

Después sí, las películas de Muhammad Ali, tal como ya era conocido; cambió su nombre, profesando la religión islámica. 1974 fue quizás el mejor año de su carrera. El 28 de enero, se tomó revancha de “Smokin’” Frazier, derrotándolo en decisión unánime. Ocho meses después, por primera vez desde su regreso, volvería a pelear por un título mundial: Zaire albergaría el “Rumble in the jungle”, la Pelea de la Selva.

Ali enfrentó a otro de los más grandes que ha visto este deporte: George Foreman (que había destruido en dos rounds a Joe Frazier). Aquí es donde, apelando a una frase popular, se “recibió de campeón” de manera indiscutible. Inauguró su conocida técnica “rope a dope”, aquella que vimos en las películas de Rocky: dejarse golpear, y salir hecho una furia a contragolpear después. Ali ganó por knock out en el octavo asalto.

Siguió el desempate con Smokin’ Joe, otra pelea que tuvo nombre propio. “The thrilla in Manila” tuvo lugar en el Coliseo Arineta de Filipinas. Ali derrotó en una guerra sin tregua alguna en el penúltimo round cuando todavía peleaban a 15. El rincón de Frazier le negó continuar: tenía ambos ojos ya cerrados de la hinchazón producto de los golpes.

Dejó el boxeo de manera oficial en 1980. Se retiró con un historial de 61 combates: 56 victorias (36 KO), y 5 reveses. Su estilo no se había visto nunca antes, ni se volvió a ver jamás; al menos, nadie se acercó tanto a lo que muchos llaman perfección en este deporte: pegar sin que te peguen.

Falleció el 3 de junio de 2016 a los 74 años, después de una larguísima batalla con el Parkinson.

 

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