Que Alberto y Fabiola no tapen el bosque

La denuncia contra el ex presidente Alberto Fernández sobre violencia física, verbal y psicológica hacia su ex mujer, es gravísima y debe ser claramente investigada y juzgada. De eso no debe haber dudas porque no importa quién es el que ejerza y reciba esa violencia, siempre hay que condenarla y ponerse a disposición y en ayuda a la víctima.

El gobierno actual, con "un topo destruyendo el Estado desde adentro", según la propia autodefinición de Javier Milei, está fallando en ese precepto ya que recordemos, pese a regodearse y aprovechar la oportuna denuncia, desarticuló todas las políticas de género y de atención a la violencia contra las mujeres. Acción y decisión política de la que está orgulloso, como no se cansa en decirlo el propio presidente o su inefable vocero.

La denuncia es, además de dolorosa y asqueante, oportuna porque se da en momentos en que todos los indicadores sociales van en contra de la gestión de gobierno y parecía que el descontento estaba empezando a llegar a quienes votaron a Milei pensando que era el fin de la casta o que la casta la conformaban otros y no los jubilados y trabajadores.

Además de poner en pausa ese descontento, esta denuncia, con videos que van en paralelo, ya sea el mostrado o los que promocionan desde redes los trolls del gobierno, fue aprovechada para avanzar en medidas que estaban pendientes como el llamado a privatización de cuatro centrales hidroeléctricas, la reglamentación de las Sociedades Anónimas del Estado, o esconder la decisión de otorgar 100 mil millones de pesos para la nueva SIDE, o silenciar la condenable visita de 6 diputados de La Libertad Avanza a genocidas.

Lo que avanza es la pobreza y el desempleo

Mientras la mayoría de canales, portales y redes repiten hasta el hartazgo las fotos de Fabiola, el video de Tamara Pettinato y promocionan otros con imágenes trucadas, lo que avanza no es la libertad sino la pobreza, la indigencia, el desempleo, el RIGI (con la consecuente entrega de recursos naturales) y la eliminación de reservas, ya que hasta el oro se envía a Londres casi a la vista de todos y todas.

Los docentes universitarios realizaron tres jornadas de paro en reclamo de incremento salarial, mejores condiciones de trabajo y en continuidad de la defensa de la Educación Pública que, el pasado 23 de abril, motivó la movilización más importante del país tras la que se concretó cuando la Argentina ganó el campeonato del mundo en el 2022 y comenzó a dejar segunda a Francia en todo, al menos en el imaginario y regocijo popular.

Pese a esa movilización, en lo que va el año el gobierno ajustó a las universidades en un 33%. Además, no transfirió ni un solo centavo para gastos de capital (infraestructura). El ajuste es tan severo que no queda ninguno de los 53 programas universitarios que existían en 2023.

La pobreza, para la Universidad Católica Argentina, cuya sigla es UCA, con C no con K, superó el 55 por ciento. El crecimiento de la misma y de la indigencia, lamentablemente, va en aumento, tanto que el Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica -CELAG- la ubica en el 73.3%. "La clase media apenas existe. Tres cuartas partes de la sociedad argentina ‘malviven', pero aún seguimos hablando de un país de clase media", publicó la CELAG en su cuenta de X.

El boleto de colectivo, ese que en campaña y en el balotaje Milei dijo que no iba a subir, en CABA ya aumentó un 600 por ciento. Ese brutal incremento, no obstante, está muy por debajo de lo que se paga por viajar en colectivo en el resto del país. En Comodoro y en el mal llamado interior ya cuesta tres veces más y dentro de poco cuatro veces más.

Las tarifas de servicios también se incrementaron, a partir de la decisión de "sincerarlas", en porcentajes similares o incluso mayores. La situación es tan grave que, desde Milei a esta parte, incluso los que apoyaban esta adecuación ya empiezan a pensar si aquella "fantasía en la que vivimos durante décadas" no era tan mala como la triste y dura realidad en la que ahora se sobrevive y se factura sin el "asqueante y opresor populismo".

Distracción permanente

Mientras todo esto sucede, el gobierno sigue con distracciones como las de Alberto Fernández o el insólito ninguneo de Adorni a Maradona y otras provocaciones diarias que hacen que, lo que es tan evidente y doloroso, quede en segundo o tercer plano del debate de los medios y de la mayoría de las conversaciones.

Una vez más se asegura que estamos en una semana clave en el Congreso. Los bloques amigables, negociadores o funcionales, dicen que intentarán frenar los mencionados 100 mil millones de pesos en gastos sin rendición para la SIDE que en la práctica maneja Santiago Caputo, ese mismo que promete videos que existen o hace creer que existen para generar morbo y distracción. Cuál hábil mago, el asesor estrella presidencial, logra que avance el ajuste "más grande de la humanidad", ese que pagan jubilados, desempleados y trabajadores que, pese a ganar sueldos por debajo de la línea de la pobreza, volvieron a pagar ganancias.

Mientras escribo, de fondo la ex vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, está atestiguando en calidad de víctima en el juicio por el que se investiga el intento de magnicidio. En el banquillo de los acusados solo están el que gatilló y sus "copitos" inmediatos pero no quienes idearon y financiaron el atentado.

Es una lástima que el celular de Milman y parte de la familia Caputo, que están claramente relacionados con el hecho, fueron inteligente y estratégicamente borrados o dañados para hacerlos ilegibles.

Hay cosas que a veces pasan. Lo curioso es que siempre pasan a favor de los mismos de siempre.