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Muerte de ballenas en Península Valdés: "No hay manera de evitar que ocurra"

El investigador y profesor de la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco, Dr. Mariano Coscarella, habló sobre la muerte de ballenas en la región, destacando que, si bien estos eventos son preocupantes, no ponen en peligro la población general de ballenas.

Mariano Coscarella, investigador especializado en mamíferos marinos, se refirió a la reciente muerte de ballenas en la Península Valdés durante una entrevista en ABC Radio. El experto explicó que es común que todos los años mueran ballenas, especialmente crías, con un promedio de 40 a 50 ballenas que nacen y mueren en la temporada. Sin embargo, este año se ha reportado una cifra superior, con más de 70 ballenas muertas, de las cuales más de 50 son crías.

Lo que llamó la atención fue el hallazgo de 18 ballenas adultas muertas entre el 10 y el 20 de octubre, un evento poco frecuente. Coscarella destacó que este tipo de situaciones ya ha ocurrido en el pasado y se relaciona con la presencia de toxinas producidas por ciertas especies de algas. Estas toxinas afectan a las ballenas cuando se alimentan de organismos contaminados por las algas, pero a pesar de los monitoreos realizados por la Secretaría de Salud de la provincia, no se han encontrado niveles preocupantes de toxinas en esta ocasión.

El investigador aclaró que, aunque se puede especular sobre la causa de las muertes, no será posible confirmar la presencia de toxinas hasta que se analicen los tejidos de las ballenas, lo que se complica por el estado de descomposición de los cuerpos. "Lo más plausible es que haya una relación con las toxinas, pero no podemos estar seguros hasta que los análisis lo confirmen", dijo Coscarella.

Respecto al futuro, Coscarella señaló que no hay manera de evitar la proliferación de las algas o que las ballenas sigan alimentándose. Sin embargo, destacó que la población de ballenas sigue creciendo y en general goza de buena salud, con 549 crías nacidas este año, un indicativo de que la especie no está en peligro. Si bien las algas y sus toxinas han sido más recurrentes en los últimos años, lo que podría estar relacionado con el cambio climático, el investigador aseguró que no es posible predecir si estos eventos se reducirán en el futuro.

"Lo que podemos hacer es seguir monitoreando el proceso, pero no hay manera de evitar que ocurra", concluyó Coscarella, reafirmando que la población de ballenas sigue siendo robusta y está lejos de poner en riesgo la especie.

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