Israel-Irán

A horas del Año Nuevo Judío, Israel decide respuesta al ataque de Irán con 180 misiles

Netanyahu, en coordinación con la Casa Blanca, evalúa la respuesta militar contra Irán, mientras Israel intensifica su ofensiva contra Hezbollah en El Líbano.

 A pocas horas del inicio del Año Nuevo Judío, la tensión crece en Israel tras un ataque con 180 misiles lanzados por Irán que causó únicamente daños materiales. Además, un ataque en Hebrón, Cisjordania, dejó un saldo de siete israelíes muertos a manos de dos terroristas palestinos. 

Tel Aviv se encuentra en un ambiente de extrema seguridad, con todos los refugios listos para posibles ataques y la incertidumbre sobre cuál será la respuesta del gobierno israelí.

El primer ministro Benjamín Netanyahu se encuentra en estrecha coordinación con la Casa Blanca para definir los próximos pasos. "Irán cometió un gran error anoche, y pagará por ello", advirtió Netanyahu. Mientras tanto, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) han desplegado más tropas en el sur de El Líbano para intensificar las operaciones contra el grupo terrorista Hezbollah, destruyendo túneles, arsenales y drones en la frontera.

Por su parte, Estados Unidos condenó el ataque iraní y reafirmó su respaldo a Israel. El ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, mantiene comunicación constante con el secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, para coordinar la respuesta. Washington ha expresado su compromiso de apoyar a Israel y desplegar sus recursos militares en caso de que sea necesario.

El conflicto entre Israel e Irán se libra en un contexto complejo y sin declaración formal de guerra. La situación se agrava tras la muerte del líder de Hezbollah, Hassan Nasrallah, en un ataque israelí en Beirut, a lo que Irán respondió con el lanzamiento de misiles. La ofensiva aérea fue contenida gracias al sistema de defensa y coordinación con el Pentágono, que permitió minimizar los daños.

Sin embargo, el ambiente en Israel es sombrío de cara a Rosh Hashaná, la celebración del Año Nuevo Judío. Las cicatrices de conflictos pasados, como las guerras de 1948, 1967 y 1973, pesan sobre la memoria colectiva, y la perspectiva de una guerra prolongada llena de incertidumbre a la población.

Con el respaldo de Estados Unidos, la OTAN, Jordania y Arabia Saudita, Israel prepara una estrategia militar que tiene como objetivo neutralizar a Hezbollah, Hamas y los Hutíes, todos apoyados por Irán. Netanyahu y su gabinete consideran que enfrentar a estos grupos es esencial para la estabilidad de la región, y cuentan con el apoyo internacional para limitar la capacidad bélica de Teherán.

En un escenario internacional complejo, donde potencias como Rusia y China observan de cerca, Israel debe decidir su próximo movimiento en esta partida de ajedrez geopolítica. Mientras tanto, el Año Nuevo Judío será un momento agridulce, marcado por la esperanza y la preocupación por el futuro, publicó I.

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