Chubut: Arcioni y Sastre siguen lejos de ser una fórmula compacta
El gobernador y el vice electos no se mostraron casi nunca juntos
A menos de 20 días de asumir como gobernador y vice, Mariano Arcioni y Ricardo Sastre siguen lejos de mostrarse como una fórmula compacta, no ya para ganar las elecciones, cosa que hicieron el 9 de junio, sino para gobernar durante cuatro años a una provincia que tiene complicaciones severas en el plano económico-financiero.El gobernador y el vice electos no se mostraron casi nunca juntos, salvo para alguna foto de rigor, durante el extenso, pronunciado y duro conflicto con los docentes que se cerró transitoriamente esta semana con un resultado que nadie puede celebrar, más bien todo lo contrario.En esa crisis, en la que en lo formativo se perdió el ciclo lectivo, no hay que olvidar que Arcioni estuvo cerca de llegar al juicio político, que no sólo le iba a impedir terminar su primer mandato sino también asumir como nuevo gobernador, cosa que finalmente y como corresponde sucederá el 9 de diciembre.El gobernador y su entorno siempre sospecharon que, desde las sombras, el intendente de Puerto Madryn alentaba a quienes impulsaban ese juicio político, que sólo se frenó cuando, antes de las elecciones nacionales, el hoy presidente electo impuso orden y generó un acuerdo que permitió asegurar la continuidad del primer mandatario.Con la tardía y desprolija salida de Federico Massoni, Arcioni intentó sumar al propio Ricardo Sastre en el gabinete y posteriormente al intendente de Trelew, Adrián Maderna, quienes –como se sabe y se reconoció- negaron de plano dejar sus gestiones para asumir, por un mes, como ministro coordinador.A esta altura del partido no queda claro si ese llamado puntual a Sastre fue realmente una idea disparatada o la búsqueda de dejar en evidencia, cosa que sería aún más absurda, lo lejos que están el futuro gobernador y vice de compartir el poder que el pueblo chubutense les dio para conducir la provincia.Luego del rechazo, en lugar de guardarse la negativa para si, el gobernador reprochó a su futuro vice por no aceptar el convite con declaraciones en las que, además de poner en riesgo el cierre del conflicto docente, reabrió la grieta que hay entre dos hombres que –parece- no quieren, no saben o no les interesa dialogar para encontrar estrategias comunes a los problemas que parecen comunes, salvo que uno y otro tengan –en definitiva- otros intereses y búsquedas.Hoy, en momentos de armado del futuro gabinete, el que se hizo oír fue el vicegobenador electo que, con claridad y sin esconder las palabras, reprochó al gobernador por no consultarlo en el armado de la estructura y los nombres del futuro gobierno, ese que deberían compartir. “No me molesta el armado, el gobernador tiene todo el derecho para poder conformar su equipo de confianza”, pero aclaró: “Sí me gusta que como jefe territorial y por la forma que hemos tenido de hacer política al menos nos enteremos por la vía que corresponde y no por los medios”, señaló el todavía intendente de Puerto Madryn en declaraciones publicadas por el diario Jornada. En esas declaraciones Sastre no sólo deje en evidencia que no está dialogando con Arcioni sobre el futuro gabinete y gobierno, sino también que están lejos de ponerse de acuerdo ya que se enteró por los medios y comentarios que el gobernador fue en búsqueda de nombres como José Grazzini y Claudia Bard, quienes no sólo no pertenecen a su espacio político en Madryn, donde claramente es el dirigente de peso que aportó los votos para la reelección, sino que forman parte de su oposición. La falta de diálogo, que por los discursos se proclama, sigue quedando en evidencia, como también la falta de comprensión de cómo se ganaron las elecciones desde Chubut al Frente, y que debe hacerse –sin perder tiempo- para que Chubut salga de su estancamiento y problemas recurrentes.En tiempos donde se hacen cuentas matemáticas que hablan de sumatoria de diputados, y así se presume que, contra lo que claramente indica la Constitución, el oficialismo tendrá 24 diputados (los 16 de Chubut al Frente y los 8 del PJ), las evidencias indican que otros por torpeza, obstinación o naturaleza siguen impulsando otras operaciones, como son la resta y la división.