Una perra fue torturada y enterrada viva: murió por falta de atención veterinaria
La mascota fue encontrada enterrada viva con un grave corte en el cuello, pero la falta de asistencia veterinaria urgente derivó en su trágica muerte.
La crueldad extrema sacudió a la ciudad de Bariloche luego de que una perra fuera encontrada enterrada viva con un corte en el cuello. A pesar de los desesperados intentos de su dueña por conseguir asistencia veterinaria, el animal no sobrevivió.
Milva Morales, tutora de "Gorda", relató el horror que vivió al descubrir a su mascota en condiciones devastadoras. "Cuando la vi, no la reconocí. No me di cuenta de que era ella. ¡La habían torturado!", dijo entre lágrimas. El animal, de poco más de dos años, había sido sepultado en un pozo con solo la cabeza fuera, presentaba heridas graves y respiraba con dificultad.
La pesadilla comenzó en la madrugada del miércoles 29, cuando Milva se despertó al notar las luces de la policía en el barrio. Pensando que se trataba de un intento de robo, preguntó a una vecina, quien le informó que habían encontrado a un perro enterrado vivo. Al recibir un video, Morales salió corriendo y, al llegar al lugar, no pudo reconocer a su propia mascota debido a la brutalidad del ataque.
"Ella es buena. Nunca fue una perrita agresiva, como para suponer que alguien se vengó de ella y por eso le hizo tanto daño", expresó la mujer, recordando que la adoptó tras encontrarla abandonada en el Barrio 645 Viviendas. La perra formaba parte de su familia y era la compañera inseparable de sus hijos de 10 y 12 años.
Luego de rescatarla, su esposo intentó trasladarla a una clínica veterinaria, pero encontró los establecimientos cerrados. Pese a los intentos de contactar a profesionales, nadie respondió. "Llamé a todas las veterinarias y el contestador decían que abrían a las 10 de la mañana. Mi marido volvió con "Gorda", la metimos en el baño para lavarla, darle un poco de agua. Estaba sufriendo mucho para poder respirar", lamentó Milva. Finalmente, Gorda falleció alrededor de las 5:15 de la mañana.
El caso indignó a la comunidad, que exige justicia y medidas para prevenir hechos similares. En el barrio ahora hay temor, ya que nunca había ocurrido un episodio de tanta brutalidad. "Acá los perros salen solitos, van y vienen, los chicos a veces también juegan un rato solos porque siempre fue seguro. Lo que no debe pasar es que haya gente capaz de hacer esto porque cualquier perro debería poder andar tranquilo por su barrio porque tienen los mismos derechos que nosotros, las personas", concluyó Milva, con un dolor que aún no puede asimilar.