"Me preguntaban si era virgen": el crudo relato de una joven sobre el abuso en un ritual de Hockey
A dos años del hecho, la denunciante de 18 años expuso los vejámenes sufridos en una "bienvenida" de hockey que la Justicia aún analiza, reclamando que no se repita.
Una joven de 18 años rompió el silencio sobre los presuntos abusos sexuales y vejámenes que sufrió hace dos años, cuando tenía 16, durante un "rito de iniciación" en el Club Alemán de Guaymallén, Mendoza. En una entrevista con Los Andes, narró cómo jugadoras adultas de primera división la sometieron, junto a otras cinco menores, a una hora y media de humillaciones en el baño del club el 20 de abril de 2023. "Días antes de la bienvenida, una de las líderes me pregunta si era virgen", relató, recordando cómo ese día, mientras se duchaba, le quitaron la toalla entre burlas sexuales: "Decía ‘dale, dale, que la M. te quiere ver la c...'".
La denuncia, presentada en mayo de 2023 por sus padres, empresarios de Ciudad, detalla que las menores fueron obligadas a desnudarse de la cintura para arriba, usar un "top creativo" con hojas y cinta, y caminar "en cuatro patas" mientras recibían comentarios sexuales. Les vendaron los ojos con toallitas femeninas, les metieron salchichas en la boca y, en su caso, una morcilla entre la bombacha y la calza. "Yo moví la morcilla porque me daba asco que tocara mis genitales y ella me decía que no lo hiciera", contó, aún afectada. También les aplicaron ají picante en los labios -pese a su alergia- y una mezcla viscosa, mientras las filmaban sin consentimiento.
"Yo iba a que me tiñeran el pelo, era lo único que pensé que me iban a hacer", confesó la joven, que capitaneaba divisiones inferiores y entrenaba a niñas de 10 años. "Me sentí vulnerable, humillada, y tenía tanto miedo de que reaccionaran mal si les decía que me quería ir, que no podía hablar". De las seis menores involucradas, solo ella denunció: "A ellas las ganas de pertenecer las superaron. Dijeron ‘la pasamos mal', pero nadie saltó. Creo que no hablaron por seguir jugando en primera". Añadió que algunos justificaron el rechazo a su denuncia diciendo que era "muy sensible" o "virgen".
La joven dejó el club tras nueve años, perdió su círculo social y abandonó el hockey: "Estas chicas siguen jugando, no tuvieron consecuencias. Yo me quedé sin amigos ni deporte". Tras declarar en Cámara Gesell y enfrentar pericias, su objetivo es claro: "Que no se repita y que haya consecuencias; todo ha recaído en mí, que soy la víctima". La causa, a cargo de la fiscal Mercedes Moya, sigue bajo análisis, mientras la denunciante busca visibilizar estos "ritos" para proteger a las generaciones futuras.
Fuente: Los ANDES