Justicia

Esquel:  Condenan a un joven por ocho casos de "grooming" y abuso sexual  

Pablo Nicolás Cerda enfrenta múltiples acusaciones por delitos cometidos a través de redes sociales, afectando a niñas y adolescentes de diversas provincias

Un joven residente en Esquel, identificado como Pablo Nicolás Cerda, ha admitido ser el autor de una serie de delitos graves relacionados con el grooming y el abuso sexual en línea, afectando a niñas y adolescentes de distintas provincias argentinas. 

Los hechos, que incluyen abuso sexual con acceso carnal y la producción de representaciones sexuales de menores, han sido investigados por el equipo de género de la Fiscalía de Esquel.

Las víctimas, que oscilan entre los 11 y 15 años, fueron contactadas principalmente a través de Instagram, donde Cerda, de 23 años en el momento de los hechos, utilizaba perfiles falsos para hacerse pasar por alguien más. Inicialmente, establecía un contacto amistoso, pero rápidamente comenzaba a solicitar "packs" o fotos íntimas, manipulando a las jóvenes para que le enviaran imágenes de su ropa interior y otras representaciones sexuales.

La investigación reveló que Cerda hacía capturas de pantalla de las conversaciones con las víctimas. Una vez que obtenía la primera imagen, comenzaba a amenazarlas, exigiendo fotos más explícitas bajo la amenaza de difundir las imágenes iniciales entre sus contactos.

La Agencia de Abuso Sexual y Violencia de Género de la Fiscalía de Esquel logró identificar a varias de las jóvenes afectadas, quienes confirmaron el modus operandi del imputado durante las entrevistas. En total, Cerda enfrenta acusaciones por ocho incidentes, el primero de los cuales ocurrió en 2020, cuando contactó a una adolescente de 14 años con fines sexuales.

Entre los delitos imputados, se destaca que Cerda logró que varias de sus víctimas le enviaran fotografías y videos desnudos, utilizando amenazas para mantener el control sobre ellas. Por ejemplo, amenazó a una adolescente de 14 años con difundir sus imágenes íntimas si no cumplía con sus exigencias, lo que la llevó a realizar actos en contra de su voluntad.

La Fiscalía enfatizó que, aunque no hubo contacto físico directo entre Cerda y sus víctimas, el grooming y el abuso sexual abarcan diversas formas de manipulación y coerción. El juez a cargo del caso consideró que las pruebas eran suficientes para condenar a Cerda, quien recibió una pena de prisión de efectivo cumplimiento.

Este caso resalta la creciente preocupación sobre la seguridad de los menores en las redes sociales y la importancia de la educación y la prevención del grooming y otros delitos sexuales en línea. La Fiscalía continúa trabajando para proteger a las víctimas y llevar a cabo las investigaciones necesarias para evitar que situaciones similares ocurran en el futuro.

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