De los lujos a la celda: Piccirillo, entre habanos, autos y una causa por estafa

De habanos y oficinas exclusivas al encierro y la mirada perdida. La caída de Elías Piccirillo ya es uno de los escándalos judiciales más resonantes del año. Acusado de montar una denuncia falsa contra un acreedor -plantándole droga y armas en el vehículo- el empresario enfrenta cargos por estafa, lavado de activos y presuntas conexiones con el narcotráfico.

Las imágenes de Piccirillo antes de ser detenido, rodeado de papeles, teléfonos y fumando un habano en una oficina de Puerto Madero, hoy contrastan con su presente en el penal de Ezeiza, donde, según los guardias, pasa sus días en silencio, "mirando al vacío y aislado del resto de los internos".

La causa judicial avanza y ya se levantó el secreto de sumario. La Justicia investiga movimientos bancarios, cruces telefónicos y su relación con Francisco José Hauque, quien fue detenido con drogas y un arma el mismo día que Piccirillo organizaba una cena privada.

Mientras tanto, Jesica Cirio intenta despegarse mediáticamente del caso. Se mudó de Nordelta y evita declaraciones públicas, aunque su nombre sigue vinculado al expediente. La investigación también apunta a una presunta participación de una división de la Policía de la Ciudad.

La postal actual de Piccirillo dista mucho de la vida de lujos que llevó. Hoy enfrenta una posible condena y su imagen pública se desmorona, celda tras celda.

Fuente: NA