La víctima del escribano descuartizador no sería su amante

La esposa del jardinero descuartizado dialogó con los medios y aseguró que su marido no tenía una relación gay con el escribano Baladía.

La esposa del jardinero descuartizado brindó nuevas declaraciones ante los medios. Miguel Alejandro Pereyra, quien tenía 42 años de edad, fue hallado descuartizado en el interior de una valija que trasladaba el escribano Ricardo Ignacio Baladía. La policía detuvo a Baladía en el momento que éste intentaba arrojar la valija con el cuerpo de Pereyra al río Luján.

En las últimas horas circuló una información que indicaba que el jardinero habría tenido una relación amorosa con el escribano, sin embargo, la esposa de Pereyra salió a desmentir tales afirmaciones. En diálogo con “Crónica TV”, Verónica la esposa de la víctima señaló “mi esposo no era pareja del escribano, no sé por qué se ensañó así con él”. Aunque también reconoció que en una oportunidad Baladía le dijo a su esposo “‘La fuerza que debés tener vos, sos grandote’. Yo no sé si él se sentía atraído hacia él. Pero, que yo sepa, no tuvo parejas homosexuales, siempre nos habló de mujeres. Yo conozco a su familia”.

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La víctima del escribano descuartizador no sería su amante

El escribano Baladía se disponía a arrojar el cuerpo descuartizado al río Luján cuando fue detenido.

Asimismo, Verónica agregó que en reiteradas oportunidades Baladía los había acusado de distintos robos, por tal motivo remarcó “Siempre nos acusaba de robarle cosas. El año pasado me denunció y me mandó allanar por dos relojes que le faltaron. Lo echó a mi marido y después lo volvió a llamar para trabajar otra vez para él, y no quería que yo me enterara”.

Por otro lado, la mujer recordó que en una oportunidad “Baladía le regaló dinero para el cumpleaños de él, le dio $2.000 a Miguel. ‘Para que te comas un asadito’, le dijo”. Por último Verónica completamente desahuciada subrayó “Dejaron sin papá a cuatro criaturas. Estuve con problemas en el corazón y tuve que dejar mis trabajos de limpieza. Miguel era el sostén de sus hijos. El más grande tiene 14, Gonzalo; Fernando de 10; Agostina de 8, y Bruno tiene 5 años. Ellos vieron el caso en la tele. El único que no sabe nada de lo que pasó es el más chiquito. Ahora estoy yo con mi familia, conteniéndolos, y del colegio me dijeron que me van a brindar apoyo. Yo estoy durmiendo en una pieza de mis hermanos con mis hijos porque tengo miedo”.

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