Recortes en salud: el fin del programa de cuidados paliativos en pacientes oncológicos
En una medida que genera indignación y alarma, el Gobierno nacional recortó drásticamente el programa de cuidados paliativos del Instituto Nacional del Cáncer, poniendo en riesgo la atención de miles de pacientes
El sistema de salud argentino recibe un nuevo golpe que impacta directamente en los pacientes más vulnerables. El Gobierno nacional desmanteló el programa de cuidados paliativos del Instituto Nacional del Cáncer (INC), una medida que, según denuncian especialistas y organizaciones de la salud, tendrá consecuencias devastadoras para miles de personas que padecen cáncer y requieren atención para el alivio del dolor y el sufrimiento.
La voz de alarma fue encendida por la médica Mariana Pechenik, referente del área de cuidados paliativos, quien advirtió que el recorte implica la suspensión inmediata de la compra de opioides (morfina y metadona) -medicamentos fundamentales para el tratamiento del dolor severo- y el despido de seis de los ocho profesionales que integraban el equipo del programa. Esta decisión, según Pechenik, dejará a un número creciente de pacientes "sin recibir atención de personal calificado en cuidados paliativos ni alivio del dolor".
"Los cuidados paliativos argentinos estamos de luto", expresó con dolor Pechenik, detallando el rol crucial que cumplía el programa desmantelado: la formación de recursos humanos a través de becas en servicios de excelencia, la provisión de morfina y metadona a las 24 jurisdicciones del país, y el asesoramiento y apoyo constante a equipos de cuidados paliativos en todo el territorio nacional.
Pechenik denunció con indignación que la justificación del recorte se basa en "cuestiones de presupuesto", una explicación que considera "inaceptable" ante la gravedad de las consecuencias para los pacientes. "Causa: recorte. Consecuencias: aumento de la prevalencia del cáncer, aumento de los padecimientos asociados a la enfermedad, más pacientes sin recibir atención de personal calificado en cuidados paliativos ni alivio del dolor", sintetizó con preocupación la médica.
La especialista advirtió que esta medida representa "un descuido profundo a nuestros derechos humanos", ya que el acceso a cuidados paliativos es un derecho fundamental de las personas que padecen enfermedades graves y limitantes para la vida.
El desmantelamiento del programa del INC no solo afecta a los pacientes oncológicos y sus familias, sino que también desconoce el trabajo y el esfuerzo conjunto que venían realizando el Instituto Nacional del Cáncer, la Asociación Argentina de Cuidados Paliativos e instituciones privadas para mejorar la atención en esta área de la salud.
La Federación de Profesionales de la Salud (Fesprosa) se sumó a las críticas y recordó que "a comienzos de 2024, el Gobierno interrumpió la atención de la Dadse con el pretexto de reorganizarla". Desde entonces, denunciaron, se produjeron "demoras en la provisión de la medicación que (...) provocaron, por lo menos, 60 fallecidos a la fecha". Este antecedente agrava aún más la preocupación por el impacto del desmantelamiento del programa de cuidados paliativos del INC.