Nada nuevo bajo el sol

La cadena nacional, que para evitar lo que sucedió con la anterior IBOPE sugestivamente dejó de medir el rating por canal, no ofreció novedad alguna. En reglas generales fue una especie de corte y pegue de lo dicho durante este año, en el que la realidad del argentino de a pie dista mucho de los logros que el gobierno se adjudica a través de un relato que no tiene anclaje alguno con el día a día.

El escenario con el que Milei asumió el gobierno no era el ideal en el plano económico, eso es incontrastable pero de ninguna manera la inflación, como sigue repitiendo, "viajaba al 17 mil por ciento anual" ni era similar a la del fin de gestión de Alfonsín (la hiperinflación) ni al debacle del 2001.

Estamos mal pero vamos bien

De todos modos, pese a lo que venía reiterando y a su manera, Milei reconoció que este año de plena motosierra y ajuste salvaje no hubo crecimiento, que aseguró se producirá durante el 2025 a partir de todo lo que el gobierno hizo en este 2024 y la gente soportó estoicamente.

En su discurso, Milei aceptó que no concretó la dolarización, promesa con la que posiblemente consiguió una parte importante de los votos y que no necesariamente era buena para el país, pero anunció que se podrá comprar, vender y comercializar en la moneda que quieran los argentinos.

Tampoco terminó con el cepo, aunque aseguró que se está cerca.

De todos modos la gran promesa incumplida es la de la finalizar con la casta, que no solo sigue vivita y coleando sino que durante este año de ajuste se enriqueció y fortaleció como muy pocas veces se ha visto. Una vez más queda claro que lo que para el común y la mayoría de los argentinos es "la casta" para Milei no lo es.

Ni jubilados ni pobres

En su discurso, el presidente no hizo una sola mención a los jubilados, que son los que soportan más del 30% del ajuste para sostener el déficit fiscal, y apenas sobrevoló el tema de la pobreza cuando ponderó la tarea del ministerio de Capital Humano que, con Sandra Pettovello a la cabeza, retuvo alimentos por su demonización a las organizaciones sociales. La funcionaria, luego de 9 órdenes judiciales y recién cuando un nuevo incumplimiento la iba a afectar patrimonialmente, incorporó hace unos días a 66 comedores que había borrado de un plumazo o un carterazo, en su caso.

Un regocijo cruel

En su nueva cadena grabada, Milei volvió a regodearse con el achique del Estado, el despido de trabajadores, cierre de ministerios, y eliminación de derechos.

El presidente reiteró su alineamiento con Estados Unidos y por eso prometió alcanzar el acuerdo de libre comercio con ese país. Aquel que, en una movida histórica, hace 19 años se frenó en la cara de George Bush hijo porque, al igual que las importaciones indiscriminadas que nuevamente se impulsan, iba a destruir las industrias argentinas y de la región.

En su discurso, como lo hace a diario, el presidente pretendió hacer creer que sus medidas son inéditas y sus resultados son y serán extraordinarios. Sin embargo, como a veces reconoce solo para asegurar que él va más rápido y es más eficiente, su receta económica y política es la misma que Martínez de Hoz impuso durante la dictadura y Domingo Cavallo en el menemismo.

Sus resultados fueron calamitosos. Aquellos que no lo vivieron, pueden preguntarle a sus padres, abuelos o directamente leer un poco. Así corroborarán que, para utilizar una cita bíblica de las que tanto le gusta al presidente, "no hay nada nuevo bajo el sol".

También, y ahora nos vamos a la ciencia, se puede adelantar que si se usa la misma receta el resultado será el mismo. Esto es lo que, más allá de que ahora está en discusión si es su autor original, aseguró Albert Einstein cuando afirmó: "Locura es hacer lo mismo una y otra vez y esperar resultados diferentes".