Solidaridad

La conmovedora despedida de Bosco Ramón Biedma, el niño atropellado en Tigre

Vecinos, amigos y familiares de las familias Biedma y Freixas se unieron en un emotivo adiós, destacando la fortaleza y la fe de quienes lo conocieron.

Joaquin Saldaña

Este sábado, alrededor de mil personas se reunieron en el Cementerio Memorial de Pilar para despedir a Bosco Ramón Biedma, el niño de cinco años que perdió la vida tras ser atropellado en el country Pacheco Golf Club, en Tigre. 

En la capilla del cementerio, iluminada por el sol, se celebró una misa de una hora y media en la que se cantaron plegarias acompañadas de guitarras. El ambiente, aunque cargado de tristeza, estuvo marcado por el optimismo y la esperanza, destacando la vida de Bosco por encima de su partida. Durante la ceremonia, se notó la presencia de muchos niños, amigos cercanos al pequeño, quienes recorrieron el lugar con sonrisas que aliviaban el dolor de la despedida.

Entre los asistentes se encontraba el influencer de fútbol Jero Freixas, junto a su familia, y el diputado nacional Nicolás Massot. El sacerdote que ofició la misa destacó el legado de Bosco, diciendo: "Es la primera persona que bautizo que ya llegó al cielo, rápido, corriendo, como era Bosco, pero la esperanza es más fuerte, hay que celebrar su vida".

La conmovedora despedida de Bosco Ramón Biedma, el niño atropellado en Tigre

Durante su intervención, Daisy Freixas, madre de Bosco, compartió su dolor: "Fue inesperado para todos, Dios nos regaló casi seis años de un hijo fantástico, vivimos su vida intensamente". Agradeció el cariño recibido y expresó que la fe y el amor de su familia la mantienen fuerte. "Bosco nos va a marcar el camino para llegar a la vida eterna. Creemos en la vida eterna; la mejor herencia que tenemos tanto Manuel como yo es la fe que viene desde nuestros tatarabuelos, bisabuelos y abuelos que están en el cielo y ahora lo están recibiendo", afirmó con emoción.

La despedida continuó con el cortejo hacia el lugar de la inhumación, donde el padre de Bosco, Manuel Biedma, acompañado de otros familiares, cargó el féretro. Daisy Freixas, abrazada a sus seres queridos, siguió el cortejo con un doloroso paso hacia el último adiós.

En ese momento tan difícil, el sacerdote destacó la fortaleza de la familia: "Padre misericordioso, te regalamos a Bosco como el tesoro más grande; nos cuesta un montón, pero es mayor la fe". La abuela de Bosco también recordó con cariño la personalidad alegre e inquieta del niño, compartiendo anécdotas de su vida, como cuando siempre preguntaba: "¿Hay un kiosco en la cartera?".

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