En el primer año de Milei se perdieron 185.000 empleos formales
Según datos de la Secretaría de Trabajo, la construcción fue el sector más afectado debido a la paralización de la obra pública, mientras que el empleo estatal y el personal doméstico también sufrieron importantes reducciones.
La gestión de Javier Milei cerró su primer año con una fuerte caída del empleo formal, registrando la pérdida de casi 185.000 puestos de trabajo entre diciembre de 2023 y noviembre de 2024.
El empleo privado asalariado cayó en 119.000 trabajadores, pasando de 6.385.000 en diciembre de 2023 a 6.266.000 en noviembre de 2024. A esto se sumó la disminución de 51.000 puestos en el sector público y 15.000 en casas particulares.
En contraste, el número de monotributistas aumentó en 25.000 personas, alcanzando un total de 2.062.000. Este incremento refleja un cambio en la estructura laboral, con trabajadores que migran hacia modalidades más flexibles pero con menor estabilidad y beneficios.
Aunque la pérdida de empleos continuó a lo largo del año, en los últimos meses se observó una leve desaceleración. En noviembre, la reducción del empleo formal fue del 0,1% mensual, con 16.500 puestos menos, un ritmo similar al de octubre.
El empleo privado mostró una pequeña mejora con la creación de 2.400 nuevos puestos en noviembre, aunque este crecimiento fue insuficiente para revertir la caída acumulada. Pese a una leve reactivación económica en el último tramo del año, la generación de empleo sigue siendo débil.
La Encuesta de Indicadores Laborales (EIL) mostró en diciembre de 2024 una caída del 0,2% en el empleo privado respecto al mes anterior. Si bien la industria manufacturera creció un 0,1% y el sector comercial se mantuvo estable, otras áreas como transporte, servicios financieros y servicios sociales registraron bajas de hasta el 0,5%. La construcción fue el sector más golpeado, con una reducción del 1,9% en sus puestos de trabajo en diciembre.
Uno de los principales factores que afectaron al empleo durante el 2024 fue la pérdida del poder adquisitivo de los salarios. Durante casi todo el año, las remuneraciones crecieron por debajo de la inflación. Recién en noviembre los sueldos lograron superar la suba de precios, con un incremento interanual del 172,8% frente a una inflación del 166%.
A pesar de la desaceleración en la pérdida de empleos y la mejora en los salarios, el mercado laboral sigue siendo frágil. La falta de inversión en obra pública, la contracción del empleo estatal y la lenta recuperación del sector privado generan incertidumbre sobre la evolución del trabajo formal en los próximos meses.
Si bien algunos indicadores económicos muestran signos de mejora, la demanda de empleo no se recupera con la misma rapidez. La recuperación del poder adquisitivo podría impulsar el consumo y, con ello, la creación de nuevos puestos de trabajo. Sin embargo, persisten dudas sobre el impacto de las políticas económicas en la estabilidad laboral.