El gobierno porteño responde al problema con los funcionarios rusos
El Gobierno de la Ciudad sostiene que los diplomáticos deben respetar las leyes de tránsito, mientras la embajada rusa denuncia una violación al derecho internacional. Una circular de 2022 había advertida sobre esta obligación.
El reciente hecho protagonizado por dos diplomáticos rusos que se negaron a realizar una prueba de alcoholemia en el barrio porteño de Recoleta desató un debate sobre la aplicación de normas de tránsito a vehículos con inmunidad diplomática. Según el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, en julio de 2022 se envió una circular a todas las embajadas en Argentina recordando que los diplomáticos están obligados a respetar las leyes locales, incluidas las de tránsito, en virtud del artículo 41 de la Convención de Viena.
La circular, identificada como 18/2022, se emitió tras recibir "múltiples quejas" de vecinos sobre infracciones cometidas por vehículos con patente diplomática, como estacionar sobre veredas o bloquear salidas de garajes. En el documento, la Cancillería señaló que, en esos casos, la Policía de Tránsito aplicaría multas y podría proceder al acarreo de los vehículos infractores. Además, aclaró que las representaciones diplomáticas serían responsables de los costos derivados de estas sanciones.
Sin embargo, la Embajada de Rusia en Argentina calificó el procedimiento como "una grave violación al derecho internacional", aludiendo al artículo 22, inciso 3, de la Convención de Viena, que protege los medios de transporte de las misiones diplomáticas de cualquier registro, requisa o medida coercitiva.
El hecho con los diplomáticos rusos, identificados como Sergei Baldin y Cardmath Salomatin, generó un fuerte cruce. Mientras el Gobierno porteño defiende su accionar basado en las normas locales, la representación rusa denuncia una infracción a los principios internacionales.