Camarones: Hallaron rastros de posibles desembarcos nazis después de la segunda guerra mundial
Investigan la presencia de botes que podrían haber sido usados por submarinos nazis en la Patagonia
El investigador Abel Basti halló en las costas de Camarones, Chubut, cuatro embarcaciones metálicas que podrían estar relacionadas con el desembarco de submarinos alemanes tras el final de la Segunda Guerra Mundial. El hallazgo reaviva las teorías sobre la presencia nazi en la región.
Desde el fin del conflicto bélico en 1945, han circulado relatos sobre submarinos alemanes que habrían llegado a la costa argentina. Aunque está confirmado que dos U-Boots se rindieron en Mar del Plata, algunos testimonios indican que otras embarcaciones podrían haber desembarcado en playas desiertas de la Patagonia.
Abel Basti, escritor e investigador, ha dedicado años a rastrear indicios de la presencia nazi en Sudamérica. Recientemente, encontró un naufragio en Quequén que podría corresponder a un submarino alemán. Ahora, su atención está en Camarones, donde halló dos botes metálicos y luego recibió el aviso de pobladores sobre otros dos más a pocos kilómetros de distancia.
Según Basti, las embarcaciones podrían estar vinculadas con el desembarco clandestino de dos submarinos alemanes en la zona. Sin embargo, el terreno donde se encuentran actualmente es propiedad del magnate Douglas Tompkins y está protegido, lo que impide su traslado para un análisis más detallado.
La posible llegada de submarinos nazis a la Patagonia no es un tema nuevo. Basti ha accedido a documentos soviéticos desclasificados que mencionan rutas de escape del Tercer Reich hacia América del Sur. Además, en Camarones circulan relatos de pobladores que aseguran haber visto movimientos sospechosos en la zona.
Uno de esos testimonios pertenece a Juan Trucco, quien en 1999 recordó que en el invierno de 1945, semanas después del fin de la guerra, vio hombres uniformados en botes cerca de la estancia Santa Elena. Otro testigo, Juan Enrique Lacoste, afirmó que los tripulantes, al desembarcar, realizaron ejercicios y respiraron aire puro, como si hubieran pasado un largo tiempo encerrados.
Además, Enrique Lucero, exsoldado, contó que en 1945 veía luces en la costa durante la noche, donde aparentemente se realizaban tareas de reabastecimiento de submarinos. Según su relato, los camiones transportaban combustible hasta la zona de Caleta Carolina, en la estancia La Península, propiedad de Christian Poppe, un alemán señalado como colaborador del Tercer Reich en Argentina.
Basti sostiene que al menos diez submarinos alemanes habrían llegado a las costas argentinas. En su hipótesis, estos U-Boots eran implosionados tras cumplir su misión para borrar cualquier rastro. El investigador apunta al caso del naufragio en Quequén como un ejemplo de esta práctica.
Respecto a los botes de Camarones, el siguiente paso será analizar el material con el que fueron fabricados. Según Basti, su diseño y estructura coinciden con los modelos de embarcaciones utilizadas por los submarinos alemanes para transportar provisiones.