Conferencia

Adorni volvió a derrapar: "No hay que tenerle miedo a la represión"

Un nuevo enfrentamiento entre el vocero presidencial y un periodista pone en evidencia las tensiones sobre el manejo de la seguridad urbana

En una reciente conferencia de prensa, Manuel Adorni, vocero del gobierno, tuvo un intercambio acalorado con un periodista que cuestionó la represión que sufrieron jubilados durante una manifestación frente al Congreso. 

El periodista planteó el interrogante de por qué muchos casos de protesta terminan en "represión, golpes y gases". Adorni, en respuesta, cuestionó la existencia de tales situaciones, lo que llevó a una clarificación sobre las diferencias entre ordenar y reprimir. 

"Ordenar es frenar, contener, inhibir, moderar; pero reprimir es pegar, gasear, dañar, herir y atacar a un ciudadano", enfatizó el periodista, subrayando que su crítica no se dirigía a quienes cometen delitos, sino a quienes simplemente ejercen su derecho a peticionar.

Adorni, insistió en que la ley debe cumplirse y que, en ocasiones, esto implica el uso de la fuerza pública para mantener el orden. "Si cumplir la ley implica utilizar la fuerza pública para ordenar el corte de una calle, no veo cuál es el inconveniente", argumentó. Esta postura desató una nueva ronda de preguntas, donde el periodista reiteró su preocupación sobre la violencia ejercida contra ciudadanos pacíficos.

La conversación se tornó más tensa cuando el periodista expuso su experiencia personal al recibir un golpe durante una manifestación. "¿Por qué tengo que recibir el golpe?", preguntó, a lo que Adorni respondió cuestionando si el periodista estaba incumpliendo la ley. Este intercambio reflejó una falta de empatía hacia las víctimas de la represión y una desconexión con la realidad de muchas manifestaciones pacíficas que han sido brutalmente reprimidas.

Adorni también aseguró que "no hay que tener miedo a la represión", sugiriendo que el verdadero temor debería estar dirigido a quienes incumplen la ley. Esta afirmación ha generado críticas, ya que puede interpretarse como una validación de la violencia institucional en lugar de una llamada al respeto de los derechos humanos.

El periodista concluyó su intervención pidiendo que no se golpee a la gente, resaltando que la represión no es la solución a los conflictos sociales. La tensión entre el deber del Estado de mantener el orden y el respeto a los derechos de los ciudadanos sigue siendo un tema en el debate público.

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