Lago Mascardi: nuevos incidentes con encapuchados
Los vecinos los tratan de delincuentes, a la vez que critican la inacción de la justicia. Aseguran que Lago Mascardi es “tierra de nadie”
“Esta gente no es mapuche. Son delincuentes que a través del tiempo convirtieron a la zona del Lago Mascardi en tierra de nadie. Y precisamente nadie hace nada para que cesen estos ataques a la gente quiere vivir en paz y se ve constantemente atacada con piedras y amenazada”. Las declaraciones que Alejo Dasso le hizo a Clarín son terminantes. Dasso es administrador del predio y complejo de cabañas del Obispado de San Isidro “Hueche Ruca”.
Dasso volvió a poner los incidentes con encapuchados en el Lago Mascardi sobre la mesa. En un reciente evento, encapuchados atacaron una cabaña e intentaron provocar un incendio las instalaciones del Automóvil Club Argentino durante la noche del miércoles.
Al tiempo que le disparaba con munición pesada al fiscal, asegurando que “no hace nada, las autoridades están ‘tapando’ a estos delincuentes”, también aseguró que “este no es un tema ideológico. Acá hay una mano negra que está protegiendo o no haciendo nada para detener a estos delincuentes”.
Todo comenzó en la noche del miércoles: la policía detectó una tentativa de robo que terminó con un principio de incendio en una cabaña ubicada a muy pocos metros del Automóvil Club Argentino. El jefe de la unidad policial, José Domingo Ocares, indicó que “el hecho ocurrió alrededor de las 23. Fue cuando se activó la alarma de una propiedad y acudió nuestro personal. Al llegar, se encontró con focos de incendio”.
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En el Lago Mascardi volvieron a aflorar los disturbios con encapuchados
Ocares hizo una seria advertencia: el incendio habría sido intencional. ¿Por qué lo dice? Encontraron “una botella sobre la mampostería de la cabaña. Rápidamente, evitaron que se prendiera fuego todo. También intervino bomberos”.
En Villa Mascardi, muchas tierras están bajo reclamo de comunidades mapuches, quienes incluso exhibieron títulos de propiedad heredados de sus ancestros. Pero también hay grupos que, aunque se identifican con dichos reclamos, provocaron serios incidentes que comenzaron en 2017 y continúan con cada vez más virulencia en estos días.
Hasta el día de hoy, permanece en un predio cercano al lago la comunidad Lafken Winkul Mapu, que en 25 de noviembre se enfrentó a tiros con Prefectura Naval, resultando en la muerte del joven Rafael Nahuel.
Moneda corriente en el Lago: bombas molotov, piedras e incluso disparos. “Este grupo no va a parar de operar hasta que la Justicia haga lo que tiene que hacer: meterlos presos porque son delincuentes”, expresó Dasso. “Pero parece que el fiscal y las autoridades miran para otro lado”, cerró.