Excarcelaciones: la Corte decidiría el lunes si las anula

El defensor oficial de la provincia de Buenos Aires, Mario Coriolano, apoyó ante la Suprema Corte de Justicia de la provincia el polémico hábeas corpus colectivo del juez de la Cámara de Casación, Víctor Violini que permitió la excarcelación masiva de presos y rechazó que sea ilegal, tal como sostenido el jefe de los fiscales bonaerenses, Julio Conte Grand.

Así la Suprema Corte -que el lunes suspendió provisionalmente el otorgamiento de nuevas prisiones domiciliarias a los detenidos que integran el grupo de riesgo del coronavirus-, está lista para decidir la cuestión de fondo: si el fallo de Violini es ilegal o no. El lunes tampoco decidió que hacer con las prisiones domiciliarias ya dadas a presos condenados por delitos graves por el fallo de Violini.

Altas fuentes judiciales informaron a Clarín que los jueces de la Corte Daniel Soria, Luis Genoud, Eduardo Pettigiani, Hilda Kogan, Sergio Torres y Eduardo de Lázzari, analizarán el memoria del defensor y estarán en condiciones de tomar esa decisión de fondo el lunes o martes de la semana próxima.

Las excarcelaciones de presos provocaron el jueves pasado un cacerolazo nacional y un distanciamiento de la medida de parte del gobernador Axel Kicillof. Sin embargo, con un video Cristina Kirchner se sumó al debate denunciando la situación de las cárceles bonaerenses.

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La Corte provincial tomaría el lunes la decisión de anular o no las excarcelaciones

En su escrito de 42 páginas, el defensor Coriolano alegó que el recurso de queja que presentó el fiscal Altuve, “está mal concedido” por la Suprema Corte porque la decisión de Casación “no es sentencia definitiva” y que no hay emergencia institucional para que intervenga. Para Coriolano, Violini no ordenó libertades directas, sino que solo sentó pautas para analizar caso por caso.

En el fallo del juez de Casación Violini –un ex candidato a intendente K de La Plata apoyado por el secretario de la Comisión Provincial de la Memoria, Roberto Cipriano García y otros sectores ultra K- se ordenó a los jueces inferiores morigerar directamente las penas de todos los detenidos por “delitos leves” y, en el caso de los “delitos graves”, aislarlos o liberarlos. Además, se trata de un fallo que establecía una regla de automaticidad para las liberaciones en el caso de delitos leves.

Más adelante, Coriolano sostiene que la Cámara de Casación sí puede aceptar como competencia originaria –pasando por encima de los jueces de primer grado- este tipo de reclamos en situaciones de urgencia cuando hay lesión de derechos humanos, como sucedería ante la pandemia.

Para Coriolano el habeas corpus colectivo de Violini fue necesario porque los juzgados tardaban en resolver y los fiscales entorpecían las resoluciones con apelaciones.