Florencia Kirchner aseguró que los jueces la enfermaron: “Tenía dos jueces haciendo conmigo lo que querían”
Florencia Kirchner volvió al país junto a su madre pocos días después de que se anunciara la cuarentena obligatoria desde Cuba donde pasó más de un año en tratamiento médico. Por primera vez habló sobre las dolencias que la llevaron a refugiarse en Cuba en una entrevista con Futurock. “Lo que pasó en estos últimos tres o […]
Florencia Kirchner volvió al país junto a su madre pocos días después de que se anunciara la cuarentena obligatoria desde Cuba donde pasó más de un año en tratamiento médico.
Por primera vez habló sobre las dolencias que la llevaron a refugiarse en Cuba en una entrevista con Futurock. “Lo que pasó en estos últimos tres o cuatro años, más o menos desde julio del 2016, fue una cosa que nunca había visto ni siquiera en otra persona”, dijo primero.
“Había un ensañamiento judicial, me mandaban policías a mi casa, parecía que todas las semanas iba a pasar algo, tenía dos jueces haciendo conmigo absolutamente lo que querían. Eso fue lo que me enfermó a mí. Obvio que lo mediático sumó un montón porque ya no era como antes que te sacaban en una nota, qué se yo… Yo, de que me inventen cosas y me agredan estoy acostumbrada desde que soy menor de edad”, continuó.
También fue contra la persecución por parte de la prensa: “Primero me mostraban como una tilinga y de repente era como una mente maestra. Había veces en las que teníamos que ir a Comodoro Py y a mi hermano no le mandaban la prensa a la casa, me la mandaban a mí. Yo tenía cinco cámaras acá abajo”.
“Fue más fuerte conmigo porque soy la hija más chica, porque saben que mi vieja siempre del (Instituto) Patria venía siempre para mi casa a verme a mí y a Helena. Hay una relación muy cotidiana con mi mamá por fuera de discutir política u otras cosas. Y se la empezaron a dar por ahí. Creo que hubo una persona que era diputada y en su momento dijo le pegaron por donde más le duele”, agregó.
En cuanto a su salud aseguró que “no quería saber nada con nada ni con nadie. Tardaba mucho en contestarle a mis amigos. Estaba como ida, en un universo paralelo”. “Estaba mal, estaba muy desganada, no sentía interés. La depresión que yo viví fue muy enajenada. No me interesaba saber cómo estaba nadie. Ahora estoy creo que mejor, por supuesto, por algo estoy de regreso acá. Tengo mis días también. Deprimida ya no estoy. Estoy cerrando algunas cosas, pero deprimida ya no estoy”, continuó.
“Cuando te persiguen políticamente, nadie te quiere cerca. De golpe yo quería empezar y no se podía. Tuve períodos de depresión hasta que me empezó a hablar físicamente el cuerpo con cosas que me empezaron a pasar, una somatización. Ahí fue como de golpe tenía dos meses en los que andaba y tres meses en los que caía”, finalizó.