Su hermano sufre bullying en la escuela y él le creó una poción mágica
Según cifras seis de cada 10 chicos en edad escolar dijeron haber presenciado casos de humillación entre pares, discriminación y violencia.
Lucas Pistarelli, de 19 años oriundo de Bahía Blanca, inventó una poción mágica contra el bullying para su hermano de 7, a quien en la escuela lo molestan, le sacan las cosas y hasta le pegan.
Hace unas semanas, sus papás y Lucas empezaron a notar que su hermano de 7 años, no solo salía triste de la escuela, sino que también antes de entrar al aula, lloraba desconsoladamente. Por lo que decide hacer esta “poción mágica” para que su hermanito no escuchara a los chicos que lo insultan y que le permitiera ir tranquilo a la escuela.
“Mi viejo me contó que lo molestaban, le sacaban las cosas y a veces le pegaban”, cuenta Lucas.
Entonces envasó su invento y redactó un instructivo que publicó en sus redes. “Esta poción fue inventada por un mago para proteger a los niños que son molestados en la escuela, club de deportes o grupo”, dice la primera frase del instructivo.
Mi hermanito de 7 años, ya no quiere ir a la escuela porque se burlan de él. Le inventé una "poción magica" para no escuchar a los nenes que lo insultan y pueda seguir yendo tranquilo. Ojalá algún día se acabe el bullying porque realmente genera un daño irreparable en los nenes. pic.twitter.com/R0GxqAHtCP
— ?????? (@LucasPistarelli) August 27, 2019
“Sentí que esto podía ayudarlo a hacer oídos sordos y no contestar con agresión”, reflexionó
Si bien hoy, la ayuda de Lucas impulsa a su hermano a sentirse más cómodo, todavía le cuesta ir a la escuela. “No tenemos que darle importancia a lo que nos dicen porque nosotros somos nuestras acciones y lo que nos gusta, no lo que los demás digan de nosotros por nuestro aspecto o personalidad”, concluyó el joven.
Algunas señales de alarma
– Cambios llamativos en el humor o comportamiento del chico; mostrarse más irritables, ansiosos o sensibles
– Baja autoestima
– Comienzan a estar más agresivos contra sí mismos u otros
– Junto con el estrés y la ansiedad, pueden aparecer signos aislados como dolores de cabeza, panza, cambios en la alimentación o incluso tartamudeo
– Trastornos del sueño (insomnio, pesadillas o quieren dormir todo el día para aislarse)
– Padecen el “síndrome del domingo a la tarde” que consiste en un rechazo ante la idea de volver al colegio al día siguiente
– Dejan de asistir a clases o actividades relacionadas con la escuela que antes disfrutaban, como cumpleaños o salidas extraescolares
– Un cambio abrupto en el rendimiento escolar
Lucas Pistarelli, de 19 años oriundo de Bahía Blanca, inventó una poción mágica contra el bullying para su hermano de 7, a quien en la escuela lo molestan, le sacan las cosas y hasta le pegan.
Hace unas semanas, sus papás y Lucas empezaron a notar que su hermano de 7 años, no solo salía triste de la escuela, sino que también antes de entrar al aula, lloraba desconsoladamente. Por lo que decide hacer esta “poción mágica” para que su hermanito no escuchara a los chicos que lo insultan y que le permitiera ir tranquilo a la escuela.
“Mi viejo me contó que lo molestaban, le sacaban las cosas y a veces le pegaban”, cuenta Lucas.
Entonces envasó su invento y redactó un instructivo que publicó en sus redes. “Esta poción fue inventada por un mago para proteger a los niños que son molestados en la escuela, club de deportes o grupo”, dice la primera frase del instructivo.
“Sentí que esto podía ayudarlo a hacer oídos sordos y no contestar con agresión”, reflexionó
Si bien hoy, la ayuda de Lucas impulsa a su hermano a sentirse más cómodo, todavía le cuesta ir a la escuela. “No tenemos que darle importancia a lo que nos dicen porque nosotros somos nuestras acciones y lo que nos gusta, no lo que los demás digan de nosotros por nuestro aspecto o personalidad”, concluyó el joven.
Algunas señales de alarma:
– Cambios llamativos en el humor o comportamiento del chico; mostrarse más irritables, ansiosos o sensibles
– Baja autoestima
– Comienzan a estar más agresivos contra sí mismos u otros
– Junto con el estrés y la ansiedad, pueden aparecer signos aislados como dolores de cabeza, panza, cambios en la alimentación o incluso tartamudeo
– Trastornos del sueño (insomnio, pesadillas o quieren dormir todo el día para aislarse)
– Padecen el “síndrome del domingo a la tarde” que consiste en un rechazo ante la idea de volver al colegio al día siguiente
– Dejan de asistir a clases o actividades relacionadas con la escuela que antes disfrutaban, como cumpleaños o salidas extraescolares
– Un cambio abrupto en el rendimiento escolar