YPF se va definitivamente de Comodoro: El presidente Marin incluyó en el orden del día la salía de Manantiales Behr
Más allá de la conciliación obligatoria impulsada por el gremio petrolero, la decisión de una de las prestadoras de servicios más importantes es una alarma muy grande
Hoy hubo reunión del directorio de YPF. El presidente Horacio Marín, incluyó en el orden del día la salida de YPF de Manantiales Behr, lo cual implica la salida definitiva de la cuenca del golfo que vio nacer a la empresa de bandera y la incertidumbre por posible despido de cientos de trabajadores, que generaría un mayor crecimiento de la desocupación en una ciudad que hasta hace poco tiempo fue la ciudad con menor desocupación del país.
La noticia es algo que se venía especulando, pero en este momento explota como una bomba, no solo porque significaría la salida definitiva de YPF -sin que nadie se lo impida- de la cuenca del Golfo San Jorge, lugar donde se creó hace casi 103 años, sino por el contexto general. Hace dos días Halliburton desvinculó, sin previo aviso y sin explicaciones, a 290 trabajadores de la base de Comodoro.
Más allá de la conciliación obligatoria impulsada por el gremio petrolero, la decisión de una de las prestadoras de servicios más importantes es una alarma muy grande para la industria, que cada vez acelera más su huida hacia Vaca Muerta.
A ello se suma el retiro de Tecpetrol, que ya es un hecho confirmado por el propio secretario adjunto del Sindicato de Petroleros Privados, Carlos Gómez, esta tarde en Abcradio.
En la misma semana, llega esta noticia desde Puerto Madero: la venta del yacimiento Manantiales Behr, el único que había retenido YPF cuando anunció su inminente retirada. Al margen de que se trata de áreas aún fructíferas que serían rápidamente absorbidas por otra empresa, el estado de situación de la cuenca pasó de oscuro a alarmante y sin voces políticas que se levanten a la altura de las circunstancias.
Además, ¿Qué pasará con todas las personas que trabajan en la administración de YPF? Con el retiro definitivo de la operadora, el edificio ya no tendría razón de existencia en este territorio, como tampoco la gente que trabaja allí. El panorama es muy pesimista.