Guías de parques nacionales rechazan desregulación: "Dejan a libre albedrío un montón de situaciones"
Ariel Benítez, presidente de la Asociación de Guías, expresó su preocupación por una medida que elimina la obligatoriedad de contratar profesionales en áreas protegidas.
La posible desregulación de la contratación obligatoria de guías de turismo en los parques nacionales ha puesto en alerta al sector. Ariel Benítez, presidente de la Asociación de Guías y profesional del Parque Nacional Lanín, dialogó con ABC Radio desde San Martín de los Andes, advirtiendo sobre las consecuencias de una iniciativa promovida por la Administración de Parques Nacionales, que retoma declaraciones del ministro Federico Sturzenegger de octubre de 2024.
Benítez expresó el alcance de la inquietud: "La verdad que estamos sumamente preocupados porque no es solamente nuestro trabajo, es también la forma en la que se disfrutan y se conservan los parques nacionales que están en juego en la práctica". Según estimaciones compartidas con colegas de Bariloche y El Calafate, el impacto podría afectar a más de 300 guías en esas zonas, mientras que en San Martín de los Andes hay entre 80 y 100 profesionales habilitados.
Aclaró que los guías no son empleados directos de Parques Nacionales, sino que trabajan en su ámbito tras una formación específica: "Uno tiene que estar recibido con un título de guía de turismo terciario universitario y luego habilitarse para ejercer ese trabajo dentro del parque nacional que toque". Sin embargo, la medida propuesta eliminaría la obligatoriedad de su contratación en circuitos turísticos dentro de áreas protegidas, algo que Benítez considera riesgoso: "Es un peligro dejar o dar una opción a que bueno, es lo mismo tener o no tener un guía, es gravísimo, nos parece gravísimo".
El argumento oficial, atribuido al presidente de Parques Nacionales, Pablo Larsen, apunta a desregular y fomentar la "libertad". Benítez cuestionó esta visión: "Lo que ocurre es que la libertad así entendida es libertinaje, diríamos, jugando con las palabras, porque realmente dejan en libre albedrío un montón de situaciones en las que los guías somos agentes de conservación de prevención y obviamente somos los ojos que Parques Nacionales debiera tener". Destacó que su labor no implica un costo para el Estado, sino para privados que a menudo no valoran su aporte: "No somos un costo, no representamos para nada un costo, al menos para el Parque Nacional y para el erario del estado, sí para los privados, que muchas veces no toman nuestro trabajo como una profesión y como un valor agregado, sino como un mero costo".
Subrayó la capacitación requerida: "Yo para habilitarme como guía del Parque Nacional tengo que primero tener un título y además de eso, rendir un examen que garantiza un piso mínimo de idoneidad para ejercer el trabajo". Esta incluye conocimientos en primeros auxilios, flora, fauna e historia, esenciales para la seguridad y la experiencia turística. Relató casos concretos: "Me ha pasado que siendo yo guía, con la credencial colgada, gente que no es de mi grupo me ha venido a pedir ayuda sobre distancia, sobre evacuación de la gente, sobre hasta la picadura de una avispa".
Benítez advirtió que la medida amenaza la calidad del turismo patagónico: "Sabemos que atenta contra la calidad de la experiencia y contra la fama bien ganada que tenemos en el sur, en Patagonia, de un destino para pocos en cuanto al precio, pero de calidad en cuanto a las experiencias".