Mientras reprimen a jubilados, Milei sigue bailando con la derecha mundial

(Saúl Gherscovici)

Saúl Gherscovici

 En 5 días, el gobierno de Javier Milei cumple un año de gestión, sin que pueda exhibir alguna medida concreta que haya mejorado la calidad de vida de los argentinos.


En su primer aniversario de gobierno, la baja de la inflación y el déficit cero, que Milei exhibe como un éxito, no solo no generan beneficios en el día a día sino todo lo contrario. Esta receta, continuidad de lo que se implementó primero en la dictadura con Martínez de Hoz y luego en la década de los 90 con Carlos Menem, en la práctica representan pérdida de empleo, baja consumo, y un ajuste perpetuo sobre los trabajadores en general y los jubilados en particular.


A la pérdida de puestos de trabajo y baja del consumo, el gobierno día a día le agrega medidas y anuncios cínicos que le permiten continuar manteniendo una base de apoyo que le da aire para seguir con el ajuste que, de acuerdo al presupuesto 2025, es aún más perverso que el ejecutado en este 2024.


Siga el baile disociado de la realidad


El miércoles, el presidente protagonizó un nuevo capítulo de su lanzamiento de líder mundial de la derecha, encabezando en Buenos Aires la Conferencia Política de Acción Conservadora (CPAC). Allí volvió a presentarse como un iluminado cruzado contra "los zurdos de mierda" del mundo y terminó bailando al ritmo de YMCA con Lara Trump. En este caso, como estaba imitando a Donald, a Milei no le preocupó danzar con el clásico de una icónica banda gay de los 80, como fueron los Village People.


Mientras ese torpe baile sucedía, una vez más se estaba reprimiendo a los jubilados, que cada vez tienen más motivos para protestar pero siguen sin "conmover" al resto de la sociedad para acompañarlos. Tampoco esto es nuevo, en los mencionados 90, los jubilados también fueron los más perjudicados. Allí estaba Norma Plá arengando, desafiando y encabezando protestas, que recién tuvieron un acompañamiento masivo cuando una década después, ya con Fernando De la Rúa como presidente y Domingo Cavallo como ministro de Economía, se confiscaron los ahorros de la denominada clase media con el corralito.


"Es exactamente lo que voté" repiten orgullosos los libertarios por redes. "Estoy mal y me quitaron los remedios, pero hay que poner todo en orden", dicen algunos jubilados que evidentemente repiten sin que el dolor de sus cuerpos pueda anteponerse a la cantinela repetida hasta el hartazgo durante años por los medios hegemónicos, que hicieron su trabajo que ahora se perfecciona desde las redes, canales de streaming y convencionales, que siguen dando esa batalla que no es cultural sino de odio.


El reflejo de la Banelco apareció en Ciudad del Este


Javier Milei llegó al gobierno con el voto popular, tras el balotaje en el que técnicamente estaba eliminado hasta que Mauricio Macri, que tampoco había apoyado previamente a Patricia Bullrich, fue a abrazarlo y sostenerlo. El resto ya se sabe: Milei ganó, se quedó con Patricia Bullrich y Macri cada vez que está por romper encuentra algún negocio o excusa para continuar dando los votos de sus senadores, diputados y gobernadores para generar las condiciones para que el presidente siga avanzado como en su plan de consolidación electoral que, en la práctica, prevé un 2025 con lista propia sin participación alguna del PRO.


A esos votos de Juntos por el Cambio se sumaron los de los radicales y peronistas con peluca. Entre ellos el del senador Edgardo Kueider, a quien se lo detuvo en Ciudad del Este (Paraguay) con 200 mil dólares y otra interesante cantidad de dinero argentino, que no declaró y del que todavía no pudo explicar su procedencia. El senador, de origen peronista, es uno de los aliados estratégicos más importantes que tuvo Milei para aprobar, entre otras, la Ley Bases. Tan allegado y de confianza es para el gobierno que Santiago Caputo lo promovió para encabezar la Comisión de Seguimiento de todo lo atinente a la SIDE, el organismo de espionaje al que el gobierno quiso asignarle 100 mil millones de pesos en gastos reservados.


Pese a que Kueider era de los propios, la estrategia del gobierno, que repitieron varios comunicadores destacados, fue vincularlo al kirchnerismo. De todos modos, para que no se repita lo sucedido con la compra de voluntades de la reforma laboral que determinó el fin del gobierno de la Alianza (la ley Banelco), Milei además de "kirchnerizarlo" pidió prudencia y aconsejó dejar actuar a la justicia. Un discurso muy alejado del que siempre vierte sobre senadores, diputados y resto de la clase política que mucha gente al votarlo entendió que, al igual que los empresarios inescrupulosos que viven del Estado y los jueces que avalan todos esos negociados, eran la casta que el ahora presidente prometió atacar y eliminar.


Por eso, esa sentencia, que influencers y trolls bajan con énfasis militante profesionalizado, debería merecer una repregunta al menos interna del ciudadano común ¿es exactamente esto lo que votaron?

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