Marcha atrás con el Sistema Integrado de Salud

Análisis por Saúl Gherscovici

Saúl Gherscovici


El proyecto de Sistema Integrado de Salud que, con muchas expectativas y autoelogios presentó el gobernador Ignacio Torres, quedó sin efecto ya que, en la práctica, fue enviado a los archivos de la Legislatura, donde ni siquiera fue acompañado por el bloque oficialista.

El Sistema Integrado de Salud, presentado a pocas horas de las elecciones de los vocales del Instituto, fue defendido en la Legislatura por el entonces secretario de Salud de la Provincia, Sergio Wisky, donde el propio funcionario se mostraba dispuesto a cambiar o dejar de lado algunos artículos, salvo el referido a la pérdida de la autarquía del ISSyS que no solo fue cuestionado por los diputados sino también y sobre todo por los vocales electos.

La reunión fue presentada como positiva por la gacetilla oficial pero el resultado claramente era negativo para el plan del gobernador, que ya comenzaba a tomar nota de que su proyecto de controlar el ISSyS desde la Secretaría de Salud no contaba ni siquiera con el aval de la totalidad de su bloque y aliados circunstanciales, que hasta el momento le dieron una mayoría automática para la casi totalidad de sus propuestas.

El viernes se intentó de nuevo en otra reunión. Esta vez los negociadores fueron los ministros de Economía y de Gobierno, Andrés Meiszner y Victoriano Parodi, pero el resultado fue el mismo. Luego de ese encuentro, Meiszner anunció que se desistía de la apuesta máxima de Torres, que era eliminar la autarquía del ISSyS, y que el resto del articulado se seguiría trabajando desde Salud, como originalmente se debió haber hecho, sin meter en el centro el deseo de control del Instituto y la obra social.

Mientras esto ocurría en Rawson, en toda la provincia gremios y jubilados protagonizaron concentraciones en contra del polémico proyecto, desde las que se recordó que el Instituto no podía ser controlado por el Ejecutivo y que sus fondos tenían un claro destino que es atender las demandas de sus afiliados y no subsimirlos a una caja común con la de la secretaría.

Igual que Das Neves

En definitiva lo que debatirá la Legislatura, si es que trata algo, serán los artículos referidos al ordenamiento de Salud pero sin tocarse la integración, actuación, autarquía y funciones del Directorio del ISSyS que, si bien se lograba conformar luego de elecciones tras 8 años, en la práctica se buscaba manejar desde el Ejecutivo con Wisky como secretario y presidente del Instituto y con los fondos del mismo a disposición para nutrir las atenciones de la Secretaría.

Ante la clara negativa de la Legislatura, donde el propio bloque le remarcó la imposibilidad de aprobar el proyecto, Torres puso marcha atrás y decidió que Wisky deje la Secretaría y baje a la presidencia del Instituto. En lugar del ahora ex Secretario, el gobernador designó a la directora del hospital Andrés Isola de Puerto Madryn, Denise Acosta.

Con este movimiento, Torres dejó en claro que lo único que le importaba de este Sistema Integrado de Salud era que Wisky maneje el Instituto, combo que cerraba con la insólita pretensión de que el secretario pueda disponer de los fondos, que no son de Provincia sino de los afiliados del ISSyS, que a través de sus flamantes vocales y con las mencionadas movilizaciones de los gremios y jubilados claramente indicaron que no iban a consentir tal malversación del dinero que aportan para sostener la obra social.

La decisión del gobernador también refleja que, en su lectura y plan, es más importante controlar el Instituto que manejar Salud que, como sucedió durante la época de Das Neves, para designar a quien el mandatario cree que es su funcionario de confianza, Graciela Di Perna en aquel momento y Sergio Wisky ahora, no se dudó en bajarle el rango de ministerio a Secretaría.