Los unos y los otros

Horas trascendentes se viven en la Cuenca petrolera del Golfo San Jorge.

Saúl Gherscovici

En Chubut se espera la determinación formal del gobernador Ignacio Torres sobre la cesión de las áreas El Trébol-Escalante y Campamento Central-Cañadón perdido. En Santa Cruz reina la incertidumbre tras la nueva advertencia a YPF que el propio gobernador Claudio Vidal hizo en El Gorosito el pasado miércoles.

Las palabras de Vidal fueron fuertes y en línea con lo que, en diciembre pasado, reclamaba junto a Torres en el Ramón Santos, desde donde llegaron a amenazar con dejar de enviar petróleo al resto del país. Advertencia que, aún con reservas, respaldaron el resto de los mandatarios patagónicos.

Era tiempos en los que Torres, por su protagonismo, era para el resto del país la cara y voz de una rebelión que, solo por ocurrir en la misma región, en la mayoría de los medios se titulaba erróneamente con el recuerdo a La Patagonia Rebelde. Aunque, está claro, los reclamos por lo que terminó ocurriendo entre 1920 y 1922, fueran otros y más básicos y sinceros.

Lo cierto es que, de ese diciembre a esta parte, parece haber pasado un siglo. Torres y el resto de los gobernadores de la Patagonia terminaron aceptando el camino marcado por Milei a nivel nacional y por Horacio Marín para YPF, Vidal siguió reclamando la reversión de las áreas que YPF decidió poner en venta a través del Proyecto Andes.

Todo es historia

Mientras que Vidal quedó solo reclamando esa reversión, Torres aceptó el marco de transferencia de las áreas y tiene ahora a la firma la cesión a PECOM de todos los yacimientos a excepción de Manantiales, que fue el que la operadora decidió quedarse. Aquel frente de gobernadores, que despertaron esperanza en quienes ya en el arranque de gestión Milei pretendían una oposición ante tanto avasallamiento federal, ya es historia. De hecho, tras aquella famosa rebelión y sus coletazos por el recorte o directamente no envío de fondos coparticipables, no se conoce ningún pronunciamiento conjunto de los mandatarios provinciales de la Patagonia.

El cambio de estrategia del reclamo no parece bueno, más allá de que hoy Chubut tiene todo el panorama medianamente ordenado y sin tanta incertidumbre porque en definitiva permitió que tanto Milei como Marín concretaran lo que impulsaron, que no fue otra cosa que el retiro de YPF de la Cuenca que, al margen del límite geográfico inventado, no conocen de fronteras ni laborales ni productivas.

Los socios de siempre

Por esta desintegración del reclamo conjunto también pudieron intervenir otros actores políticos y económicos, como el mismo Mauricio Macri, que siempre estuvo interesado en las áreas petroleras, al igual que Santiago Caputo. El ex ministro de Energía de Macri, Javier Iguacel, se quedó con el Clúster Neuquén Norte a través de la empresa Bentia Energy, que constituyó casi horas antes, y posiblemente con información privilegiada y algunos acuerdos previos, antes del lanzamiento del Proyecto Andes.

Caputo, que sigue con su plan de quedarse con la Secretaría de Energía, avanzó también en el sector petrolero, tanto que es socio de sus amigos de infancia, los hermanos Neuss, quienes desde junio pasado tienen a su cargo la explotación del lote "Río Mayo", con la consecuente y posterior autorización del gobernador Ignacio Torres.

A esta altura no se puede dejar de preguntar qué hubiese pasado si los gobernadores mantenían su firme postura contra el retiro de YPF o en el último de los casos con la reversión de todas las áreas, previo pago de pasivo ambiental, a las provincias.

Es contrafáctico pero bien puede pensar que si el reclamo conjunto hubiese continuado, y avalado por el resto de los mandatarios patagónicos, YPF podría haber cambiado de opinión o en el último de los casos, como su deseo y plan casi total de negocios es concentrarse en Vaca Muerta, le hubiese dejado las áreas a las provincias, como originalmente querían, o eso decían, Vidal y Torres.

Veremos como termina la historia, de un lado y del otro del Ramón Santos, pero aquel reclamo férreo y conjunto terminó dividiéndose en unos y otros.

Jubilados, Universidad y SIDE

El miércoles, la Cámara de Diputados se apresta a intentar insistir en la movilidad jubilatoria que vetó el presidente Javier Milei. Un día después, los senadores buscarán terminar de archivar los 100 mil millones de gastos reservados a la SIDE, que ya fueron mochados parcialmente por la Cámara Baja y cuyo archivo definitivo será un nuevo golpe del Parlamento al tándem Milei-Caputo.

En el primero de los casos será clave el rol que jueguen los diputados de Juntos por el Cambio Ana Clara Romero y Jorge Avila. Ambos estuvieron ausentes en la sesión de Diputados en la que se aprobó la movilidad jubilatoria por amplia mayoría. De hecho se lograron los 2/3 pero hay que recordar que, para conseguir ese porcentaje, necesario para voltear el veto, habrá que ver si nuevamente se ausentan y en caso de esta vez sentarse en sus bancas cómo votarán.

En la primer votación, recordemos, los diputados de Unión por la Patria, José Glinski y María Euquenia Alianiello, votaron a favor de la movilidad. César Treffinger de LLA fue el único legislador de Chubut que votó en contra de ese mínimo reconocimiento y actualización a los jubilados, que soportan casi el 30% del ajuste que se lleva adelante desde el gobierno nacional.

Luego de lo que pase en Diputados, Senadores tratará el financiamiento universitario y los mencionados y obscenos gastos reservados de la SIDE. En la Cámara Alta, se cree, están garantizados los 2/3 para ambos temas pero, del lado de Unión por la Patria, se tienen siempre reservas de cómo votarán Edith Terenzi y sobre todo Andrea Cristina, que responden al gobernador Ignacio Torres aunque la senadora de Comodoro Rivadavia ya demostró que a veces, equivocaciones mediante o decisiones voluntarias como estar en primera fila de acto impulsado por Victoria Villarruel, pareces cortarse sola y sin anclaje político y de realidad.

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