Se viene el asado con hueso brasileño: ¿Te animarías a comprarlo?

 Laura Mirantes, ministra de Producción de Chubut, reaccionó con asombro y rechazo ante la noticia del levantamiento de la barrera sanitaria que permitirá el ingreso de carne con hueso desde Brasil a la Patagonia a partir del 1 de abril. En una entrevista, la funcionaria destacó la falta de claridad y comunicación por parte de las autoridades nacionales, calificando la medida como una contradicción tras recientes acuerdos con el Senasa para mantener la restricción.

Mirantes relató su sorpresa inicial: "Primero que nada, la verdad que quedamos todos muy asombrados, fue una noticia que levantan el portal de Nación, quedamos realmente asombrados, lo vuelvo a reiterar, porque a nada, dos semanas, el 25 de febrero para ser más exactos, tuvimos un CF acá en presencia de las autoridades nacionales, más específicamente Pablo Cortés, que es el presidente de Senasa de Nación". En ese encuentro, aseguró, se había pedido explícitamente que no se levantara la barrera fitosanitaria, una postura respaldada por el gobernador de Chubut.

La ministra mantuvo un diálogo temprano con Martín Fernández, jefe de Gabinete de Nación, a quien expresó: "Sería contraproducente y de doble discurso, tanto del lado nacional como de la cartera que yo estoy conduciendo, que es la del Ministerio de Producción, sobre todo para los productores, nuestros productores de la Patagonia, decir que vamos a sostener una barrera  y de repente salir ya con una fecha pronunciada el 1 de abril, entendemos prácticamente que Rosa la falta de respeto y la burla para nuestros productores o la Patagonia". Criticó que la información surgiera de un portal nacional sin una explicación clara sobre cómo se implementará el ingreso de carne brasileña.

Según Mirantes, la decisión proviene de la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA), que certificó a Brasil como libre de fiebre aftosa sin vacunación tras 23 años: "La OMSA es el organismo de competencia que certifica los ingresos de carne y es el que determina que a partir del 1 de abril estaría habilitado el ingreso". Aclaró que esto no depende del Senasa ni del Gobierno nacional, sino de un estándar internacional: "Es el organismo de competencia que certifica y te dice la carne ya está apta". Por ello, Argentina no podría impedir el ingreso sin violar normativas globales.

Sin embargo, la medida genera preocupación entre los productores patagónicos. "Las federaciones rurales claramente denotan un perjuicio muy importante  Hay una afectación para el producto", afirmó Mirantes, señalando que provincias como Santa Cruz y Neuquén planean presentar un amparo junto a Chubut. Explicó: "Tengo entendido, por lo que me informaron hoy temprano, que las provincias patagónicas, en este caso Santa Cruz, Neuquén, los gobernadores van a hacer una presentación de amparo para que se analice esta situación". Esta acción buscaría proteger el mercado local, ya que, aunque el estatus sanitario no se pierde ("No pierde para nada el sello, no tiene relación"), la competencia con Brasil podría afectar la competitividad por costos.

Sobre el impacto económico, Mirantes minimizó la diferencia de precios: "La diferencia no va a ser muy grande tampoco en costos lo que encarece el costo del ingreso a Argentina es el flete. Por lo tanto estaríamos prácticamente hablando de los mismos números a lo que nosotros trabajamos hoy en el mercado local". Comparó esta situación con la carne de cerdo importada: "No hubo una modificación en el mercado. La carne de cerdo sigue saliendo a nivel local, se sigue adquiriendo, quizás no en la misma cantidad, pero se sigue sacando". Así, en la carnicería, "prácticamente no va a existir" diferencia de precio para el consumidor.

Mirantes enfatizó que la prioridad es analizar el impacto en los productores: "Lo que necesitamos es que se haga un análisis específico sobre el mercado para ver si efectivamente hay o no un perjuicio para el productor de la Patagonia". Mientras las federaciones rurales, con referentes como Osvaldo Luján, definen sus pretensiones, la ministra espera coordinar con el gobernador una estrategia unificada con otras provincias patagónicas para enfrentar esta nueva realidad impuesta por la OMSA.