La Salud no espera
El Hospital Regional sigue sin dirección, con falta de equipamiento y personal que, como sucede con los del resto de la administración pública, están desbordados de trabajo y con sueldos que apenas alcanzan a estar por encima de la línea de la pobreza.
La totalidad de la Dirección del Hospital Regional, con el doctor Sergio Clemente a la cabeza, renunció hace más de 15 días. Su alejamiento tuvo que ver con lo desgastante y hasta lo peligroso que es conducir una institución importante, con tantas obligaciones pero con muy pocos recursos.
Esos pocos recursos, además, se esfuman ante la mayor demanda que el Regional y los Centros de Salud dependientes del Estado, tanto los municipales como lo provinciales, tiene desde hace casi 9 meses, cuando la economía y la situación social voló por los aires con las medidas dispuestas por el gobierno nacional.
La salud en general y el Hospital Regional, dependientes de la provincia del Chubut, nunca o casi nunca tuvieron un abordaje y un presupuesto adecuado. Hay que aclararlo y señalarlo pero, ante el retiro de Nación de todo lo atinente a las obligaciones y cobertura de derechos, más el ajuste que determinó que gran parte de la población que atendía sus necesidades de salud y educación en el sector privado se volcasen a lo público, la situación es aún más complicada por estos días que corren.
La misma estadística que, ante la consulta periodística, compartió el doctor Clemente y confirmó el propio secretario de Salud de la provincia, Sergio Wisky, indica que desde Milei en adelante, el hospital Regional recibe un 40 por ciento más de demanda. Se trata de aquellas personas y familias que tuvieron que abandonar las obras sociales y prepagas, por pérdidas laborales o por el incremento salvaje que aplicaron y que, pese a la tardía advertencia que hizo el gobierno nacional, siguen facturando a su antojo, protegidas por el DNU 70 que sigue vigente ante la falta de tratamiento en la Cámara de Diputados de la Nación.
Decisiones nada equitativas, todo lo contrario
En el plano provincial, el gobierno de Ignacio Torres decidió una necesaria ampliación presupuestaria de 3.900 millones de pesos para la Secretaría de Salud. El problema es que, nuevamente, se observa que Comodoro Rivadavia y en este caso la región sur de la provincia recibe lo mismo que Trelew y Puerto Madryn.
De la totalidad de la ampliación tanto para el Hospital Regional de Comodoro Rivadavia como para los zonales de Trelew y Madryn se dispusieron unos 960 millones de pesos. Al recibir lo mismo pero tener mayor población y demanda, en la práctica la Salud de Comodoro Rivadavia y de esta región de Chubut, está contando con menos fondos que los otros hospitales.
Se trata no solo de escasez de fondos sino de prioridades políticas que se trasladan y ejercen en presupuestos. El secretario de Salud aseguró y ratificó que el máximo objetivo y atención en el arranque del gobierno de Ignacio Torres es finalizar y poner en marcha en su totalidad el nuevo hospital de Trelew, que comenzó la gestión anterior.
No se trata de dejar por la mitad ese hospital sino de que a la par se atienda, con la proporción de fondos que necesita, al Regional de Comodoro Rivadavia, que sigue sin dirección y que tenía operaciones suspendidas por falta de equipamientos básicos, como el Arco en C, que luego del escándalo que representó tener durante varias semanas a más de 15 personas esperando sus operaciones, será transitoriamente aportado por el CABIN.
Tampoco es casual que la casi totalidad de equipamiento que está recibiendo el Regional sean aportes del sector privado, como el efectuado por PAE en varias ocasiones, o comunitarias luego de las actividades solidarias de Gimnasia y Esgrima, o la recaudación que se logra por los espacios y también aportes que brinda el municipio de Comodoro Rivadavia, como sucedió en la reciente Expo Turismo.
Servicio en riesgo y sin profesionales
El personal, como se dijo y se sabe, está desbordado de trabajo/demanda y con sueldos que apenas alcanzan a superar la línea de la pobreza. Esto es debido a la economía en general y a los mayores costos que sigue teniendo Comodoro Rivadavia por sobre los de otras ciudades de la propia provincia del Chubut.
En ese sentido, casi a diario profesionales dejan el sistema público de Salud para pasarse al Privado, donde las condiciones e ingresos son mucho mejores.
El éxodo es un problema no solo el hospital Regional sino en los Centros de Salud dependientes de provincia, que también están en desventaja con los de de Trelew y Puerto Madryn. A modo de ejemplo rápido en cada uno de los de esas ciudades hay dos médicos y un par de administrativos, en los de Comodoro no hay ni siquiera uno fijo ya que tiene que ir sobrevolando los otros, donde prácticamente no hay generalistas.
Las residencias, que hasta hace poco eran una solución, aunque precaria y estacional, tampoco ya aportan mucho. Por falta de inscripciones, por los costos comparativos de lo que cuesta vivir en Comodoro, no hay residentes de medicina general, de tocoginecología, peligran pediatría, psicología y otros rubros.
Cualquier profesional recibido que viene del norte, si es que no hace el cálculo antes y decide no inscribirse, apenas ingresa en el sistema nota que con los 800 mil pesos que recibe no le alcanza para alquilar, comer y pagar servicios. Los que ya sea por vocación o por no haber hecho antes ese cálculo, comienzan las residencias pero las dejan al poco tiempo para volcarse al sector privado, donde un médico saca fácilmente el triple cubriendo guardias.
Se trata, en definitiva, no solo de la situación económica general y propiciada por la política nacional. También en esta falta de Salud confluyen definiciones políticas propias que no se reflejan comparativa y proporcionalmente hablando en presupuestos y en la toma de decisiones que deben ser urgentes porque la salud no es impaciente pero no puede seguir esperando porque a veces, si llega un tiempo después, ya es tarde... Casi irreversiblemente tarde.