Fabiana Fernández sobre la violencia en barrio Quirno Costa: "No me siento segura y sé que una bala es para mí"
La vecinalista de Comodoro Rivadavia, madre de Mauro Pavei, imputado por el homicidio de Jorge Nieves, denunció amenazas constantes y cuestionó la efectividad de los allanamientos tras un incendio provocado en su casa.
Fabiana Fernández, vecinalista del barrio Quirno Costa y madre de Mauro Pavei, imputado por el asesinato de Jorge Nieves, habló este martes en ABC Radio sobre la ola de violencia que afecta a su comunidad y a su familia. En medio de amenazas, tiroteos y un incendio provocado en su domicilio, Fernández pidió una licencia en su cargo, dejando temporalmente la gestión vecinal en manos de la secretaria Jeanette, mientras denuncia una situación que no da tregua.
Fernández describió un clima de inseguridad persistente: "Sí, las amenazas siguen, es como mucho, la cosa no ha parado y no para". Relató que, tras el homicidio de Nieves, se realizaron varios allanamientos: "Se han hecho varios allanamientos, de los cuales se han encontrado dos armas y estupefacientes". Sin embargo, cuestionó su alcance: "Sacar dos armas de una casa cuando hicieron 12 allanamientos, sabiendo la cantidad de armas que se manejan, no me siento segura. Y yo sé perfectamente que una bala está para mí, o sea, ya me lo dijeron y es así".
El día del incendio en su casa marcó un punto crítico: "Cuando pasó lo del incendio esa tarde, yo llamé a Jones por el tema de la seguridad del barrio, porque se escuchaban los tiros, toda la parte de la cuadra no fue la familia Pavei, familia Nieves, fue la policía con la familia Nieves o con los amigos". Fernández remarcó que las armas halladas son insuficientes: "Si vos ves un enfrentamiento con dos armas, no haces un enfrentamiento, por lógica, nadie se va a enfrentar con dos armas a la policía es un 2 % de las armas que deben andar en la calle". Añadió que tres personas ingresaron a su domicilio con acelerante: "¿Si eso no es intencional, entonces qué es intencional?".
Sobre su rol en la vecinal, Fernández defendió su trayectoria: "Yo, como lo dije en todos lados, y la gente del mismo barrio lo sabe, no tengo nada, absolutamente nada que ocultar. He hecho demasiado y ha salido en todos los medios, el tiempo de la inundación, el tiempo de la lluvia, todo ese tiempo donde hemos andado arriba de los techos caminando y subiéndole nylon a los adultos mayores". Rechazó que deba renunciar por los cargos de su hijo: "Yo no me tendría que ir de ningún lugar por los cargos que tiene mi hijo", dejando la responsabilidad en la justicia: "Mi hijo se tiene que comprobar si es inocente o culpable. Eso no lo determinó yo".
La vecinal, que había suspendido actividades por las amenazas, retomó funciones: "A partir del día de ayer empezó a funcionar, hay muchos talleres que se habían planteado del año pasado para los chicos, para los adultos mayores, para las mujeres". Fernández destacó su importancia: "Eso marca la vecinal abierta. Eso marca un trabajo en equipo". Sin embargo, señaló problemas históricos en el barrio, como una casilla cercana al lugar del homicidio: "Siempre ha sido mi barrio, era mi barrio muchos antes que ellos llegaran, usurparan, hicieran todo lo que haya pasado, se había trabajado para que eso saliera y el movimiento de gente era bastante importante, hay droga, hay armas".
A pesar de las denuncias presentadas -"He denunciado todo, desde el primer día que pasó hasta la entrada a mi casa"-, Fernández expresó frustración: "No hay detenidos, hubieron dos detenidos supuestamente que se liberaron el día viernes". Aunque el barrio está más tranquilo gracias a la presencia policial, su seguridad personal sigue en jaque: "No puedo caminar por la calle tranquilamente". Con fe en la justicia, cerró: "Quiero que trabaje como corresponde en el incendio, en la balacera, la idea era que haya un muerto".