El triste y solitario adiós a YPF
Mañana será un día histórico para YPF, para la provincia de Chubut y sobre todo para Comodoro Rivadavia. A las 11.30, luego de meses de discusión y negociación, finalmente la operadora concretará el traspaso de áreas a PECOM que será, desde este 28 de octubre, la responsable del bloque Trébol-Escalante.
El traspaso de estos yacimientos tiene un peso simbólico e histórico, que es nada más y nada menos que la partida de YPF: la operadora gestora durante más de 100 años del desarrollo de Comodoro Rivadavia, de la Cuenca y de toda la región.
El alejamiento de YPF de Comodoro y Chubut, donde solo se queda con Manantiales Behr, solo puede explicarse en estos tiempos que corren donde solo importa la planilla Excel de cierre, y el gran negocio que casi siempre se impone sobre el que, pese a ser rentable y estratégico, parece no tener valor alguno.
A ese valor simbólico se le suma lo que la partida de YPF puede generar en el plano económico y productivo. Rápidamente se puede adelantar que las regalías, con el ingreso de la operadora del grupo Pérez Companc, están aseguradas. Pero también prever que habrá disminución de puestos de trabajo, con lo que esto implica siempre, pero más en este tiempo de ajuste y de desempleo.
Todo a Vaca muerta. Lo demás no importa
La decisión de YPF, comandada por Horacio Marín, quedó explicitada de arranque cuando, desde el Plan Andes, se definió que el norte y gran objetivo era concentrar inversión, tiempo y producción en Vaca Muerta, en detrimento de las áreas convencionales de las que la gran operadora argentina no tuvo problemas ni pruritos para desprenderse.
Sin medias tintas, Marín dijo que se basó en el plan de juego de Nole Djokovic, quien estratégicamente decide qué Grand Slam jugar para, en base a productividad y esfuerzos repartidos, seguir siendo el número uno del tenis y tal vez, por títulos ganados, de todos los tiempos.
El diseño de un plan deportivo se impuso sobre otras cuestiones que evidentemente, para esta conducción de YPF y de país, son menores pero que, desde hace más de 100 años, son la gran base del desarrollo de la Patagonia.
De Frente a cada uno en su juego
La determinación de Marín despertó una primera reacción de los gobernadores patagónicos, en aquel Frente o Liga de gobernadores que empezó con mucha fuerza, con la amenaza de demandas ante la justicia por la falta de envío de fondos de Nación, pero que luego se fue desinflando.
En alguna de estas columnas hemos, incluso, comentado el distanciamiento de acción entre Ignacio Torres de Chubut y Claudio Vidal de Santa Cruz, justamente por el retiro de YPF. Ese alejamiento, más los problemas y búsquedas personales, fue el que impidió el desarrollo de una estrategia y reclamo conjunto que, posiblemente, hubiese evitado la partida de la operadora histórica y fundadora de la región.
Conscientes de que, en función del desarrollo del plan de gobierno nacional que, por más duro que sea, no consentía marchas atrás, cada uno hizo su juego. Vidal insistió en el pedido de las áreas para la provincia y Torres en buscar las mejores opciones ante el retiro. Finalmente la encontró en PECOM que si bien nunca reemplazará a YPF al menos ofrece un manejo profesional y serio de la explotación.
Ahora, ante la formalización del retiro, Torres y Vidal luego de bastante tiempo volvieron a juntarse en la semana. En el encuentro plantearon la creación de una posible Agencia de Desarrollo, de la que muy poco dato hay pero que se presenta como una herramienta para solucionar algunos de los problemas que generará la partida de YPF. Entre ellos la consecuente caída de empresas de servicios que, por lógica y ante este panorama, ya se están yendo a Vaca Muerta.
Como si fuese algo más
Es curioso y doloroso cómo esta decisión de partida de la operadora fundacional de la ciudad y la región, no encontró ninguna acción concreta, aunque sea declarativa, para evitarla o de última cuestionarla.
Todas las acciones y declaraciones básicamente pasaron por imponer condiciones mínimas para esa partida, como la remediación del pasivo ambiental. Ese reclamo tampoco prosperó mucho porque, ya sea en formato de ordenanza o de ley, no detuvieron a Marín. En respuesta a esos planteos, el CEO explicó que YPF no se hará cargo de pasivo alguno ya que el mismo, si existe, lo afrontarán las operadoras o empresas reconvertidas que se queden con yacimientos.
Ante esa definición, como siempre sin negociación o camino intermedio posible, cesaron las acciones de reclamo que solo quedaron en manos y en voz de los sindicatos que también, una vez que se aseguró el traspaso a una empresa confiable, aceptaron con tristeza y resignación el retiro de YPF.
No hubo para YPF reclamos más firmes, ni movilizaciones, ni leyes provinciales que corran el riesgo de ser definidas como meramente declarativas pero que hubieran reflejado el sentir y la necesidad de que la operadora madre de la región siga estando presente.
Sucedió como planteó Dolina, ante una traición de la FIFA-AFA a Maradona. En definitiva acá tampoco hubo un Cruz para este Fierro que fue YPF, que se va así casi en silencio, sin pena pero dejando, a través de lo que explotó de las entrañas de esta tierra, mucha gloria en este suelo.