El Dr. Raúl Soria se defiende de acusaciones sobre licencias médicas falsas : "Es un delito, una invasión a la privacidad"
El psiquiatra Raúl Soria se expresó sobre las acusaciones de emitir licencias médicas fraudulentas, refutando la existencia de prácticas irregulares y señalando la manipulación del video que lo incrimina. Además, destacó la importancia de la buena fe en la práctica médica y la complejidad del diagnóstico psiquiátrico.
El Dr. Raúl Soria, reconocido psiquiatra de la ciudad, habló sobre las denuncias que lo vinculan con la emisión de licencias médicas falsas. En su intervención, Soria aclaró que las acusaciones están basadas en un video editado y remarcó la legalidad de su accionar en cada uno de los casos atendidos. Según el médico, el proceso para la emisión de licencias médicas en su práctica es completamente legítimo, destacando que en algunos casos se deriva a los pacientes a psicoterapeutas o psicólogos.
Soria destacó que las entrevistas médicas se realizan con la "buena fe" del paciente, quien en ocasiones menciona sentir malestar, insomnio o incluso el riesgo de daño a la propiedad. Aseguró que estos son elementos válidos dentro de la práctica psiquiátrica. Sin embargo, advirtió sobre la manipulación mediática del caso, diciendo: "Este video está cortado y editado. En el momento que está cortado, hablaba de los síntomas que tenía y todo lo que le había pasado".
El psiquiatra también refutó las acusaciones de emitir diagnósticos fraudulentos, subrayando que el procedimiento habitual ante situaciones de dudas es la derivación a una junta médica con otros profesionales. "El procedimiento legal y ético es siempre el mismo: llevarlo a una junta médica. Si el paciente no está en condiciones de volver a trabajar, el diagnóstico es revisado por un equipo", expresó Soria, destacando que en el caso reciente, un paciente que estuvo de licencia médica por varios meses ya había regresado a su trabajo tras la evaluación de esta junta.
Con respecto al cuestionamiento sobre los honorarios que cobra por sus servicios, Soria explicó que no hay irregularidades en los pagos, señalando: "Uno cobra sus honorarios y nada más. Todos los días, como cualquier profesional, tengo familia, hijos estudiando. Eso es todo". Además, mencionó que según su abogado, la causa está siendo tratada en fiscalía y que el procedimiento sigue su curso.
Soria también criticó el uso de cámaras ocultas sin el consentimiento de los pacientes, considerándolo no solo un acto de mala fe, sino un delito. "Es una invasión a la privacidad", expresó, agregando que no se puede saber de antemano si un paciente está mintiendo sobre su condición. "No sabemos si se va a tirar abajo de un vehículo o si se va a enfermar más. Es parte de la práctica médica", afirmó, defendiendo el derecho de los pacientes a recibir un diagnóstico y tratamiento basados en la confianza mutua.
Al ser consultado sobre la opinión de otros profesionales de la salud, Soria se mostró sorprendido por la falta de comprensión hacia su especialidad. "Los mismos colegas de otras especialidades entienden la psiquiatría ni los mismos colegas", afirmó, y destacó la complejidad del trabajo psiquiátrico, que incluye una formación extensa y posgrado en psiquiatría forense. "Es difícil entender nuestra disciplina sin formación", indicó, refiriéndose a la crítica realizada por una abogada.
Además, el médico habló de las consecuencias de la pandemia en la salud mental de los pacientes, confirmando que la crisis sanitaria afectó profundamente a muchos, lo que aumentó la demanda de consultas psiquiátricas. "La pandemia afectó la salud mental de la gente vulnerable. Fue una catástrofe, y afectó profundamente a todos los que trabajábamos en salud", explicó Soria.
Finalmente, Soria reflexionó sobre la dificultad de trabajar en un contexto donde los profesionales están bajo constante escrutinio. "Uno puede dudar de un diagnóstico, pero nunca se vio esto de hacer una cámara oculta como se vio", concluyó a Radio del Mar, destacando las dificultades que enfrenta la profesión psiquiátrica en un ambiente tan mediático y a veces injusto.